Gracias a los dibujos del oso Yogui, tenemos la imagen del Parque Yellowstone como si de un lugar de cuento se tratara. Y lo cierto es que ese idílico paraje no está exento de riesgos, y los accidentes mortales son más frecuentes de lo que parece.

El último se ha producido hace apenas unos días cuando un joven de 23 años se precipitó de forma accidental en el interior de uno de sus géiseres. Al parecer, el muchacho trataba de darse un baño en las aguas termales. Cuando los agentes forestales acudieron a la zona, la cabeza y el brazo de la víctima aún sobresalían del agua, pero como no disponían de los medios adecuados, no pudieron recuperar el cuerpo. Cuando regresaron a la mañana siguiente, el cadáver se había disuelto por completo.

¿Pero cómo puede un cuerpo disolverse tan rápido? En 2011, un equipo de investigadores de la Universidad de Palermo en Italia realizó un experimento para ver cuanto tardaba de deshacerse el cadáver de un cerdo sumergido en ácido sulfúrico. El resultado fueron dos días, pero el proceso se aceleraba si se añadía agua a la mezcla. En tan sólo doce horas desaparecían la carne y los cartílagos, y los huesos acababan disolviéndose en poco más de un día.

Y algo similar es lo que sucede en los géiseres del Parque Yellowstone en los que el agua, además de brotar a una temperatura que oscila entre los 90 y los 120 grados, contiene una elevada cantidad de ácido sulfúrico. Las condiciones idóneas para convertir en polvo el cuerpo de una persona.

Se calcula que desde 1980, veinte personas han fallecido al caer en uno de estos géiseres.

Fuente: http://www.iflscience.com/environment/man-fell-yellowstone-hot-spring-completely-dissolved-day/

Vicente Fernández López