Un exorcismo de por sí ya es una ceremonia que debe resultar cuando menos alucinante. Pero, probablemente, uno de los rituales más curiosos para alejar a los espíritus del mal es este que se celebra en Japón, y que es conocido como el exorcismo de la carpa borracha.

Entre las muchas supersticiones que existen en el país nipón, hay una que asegura que las mujeres son acechadas por entidades maléficas al cumplir los treinta y tres años. Port ese motivo, desde 1816, en la localidad de Toyama se celebra un peculiar ritual que consiste en emborrachar con sake a las carpas del río local.

La creencia popular vincula a estos peces con el mundo de los espíritus y se dice que tienen la facultad de actuar como mediums. Respecto al sake en la religión sintoísta se cree que esta bebida actúa como protección contra el mal, por eso, en los templos es frecuente ver apilados barriles de sake que forman una especie de barricada que impide la entrada a los espíritus malignos.

Así, al emborrachar a los peces, el ritual pretende espantar a los entes diabólicos que acosan a las treintañeras. Aunque dudamos que sirva de mucho contra los sátiros de dos patas.

Vicente Fernández López