De todas las cosas extrañas que pide la administración a sus ciudadanos, esta se lleva la palma. El gobierno canadiense ha hecho una solicitud peculiar a sus habitantes: que entierren sus calzoncillos (100% algodón) en la tierra que les pille más cerca, ya sea su parcela o en un bosque.

Dicha idea se engloba dentro de una de las iniciativas diseñadas para celebrar la Semana nacional de la conservación del suelo del país. Como son conscientes de que dicha celebración no tiene mucho éxito, este año han decidido publicitarla con toda la creatividad posible. ¿La razón? Probar si el suelo donde habitan es bueno. La idea es que, transcurridos 60 días, los ciudadanos puedan comprobar en qué estado se encuentra su ropa interior. Si al desenterrarlos tan solo queda la goma de la cintura, es una señal de que el terreno es saludable y rico en el hábitat que le corresponde (lombrices y otros insectos que devoran el algodón).

Lo malo sería que se encontrasen con sus calzoncillos íntegros. Esto indicaría que el terreno no es tan sano como debería. Según han explicado los organizadores de la peculiar iniciativa, «la idea servirá para concienciar a los ciudadanos sobre lo importante que es conservar nuestro suelo».

Fuente: AtlasObscura

Rafael Mingorance