Jimmy Kimmel es una de las más populares estrellas de la televisión americana. De hecho, fue el anfitrión de la pasada gala de los Oscar de Hollywood. Aunque, ahora, acaba de ser noticia por un suceso realmente triste. A finales de abril, su esposa Molly dio a luz a William, el segundo hijo de la pareja. Pero la feliz noticia se vio turbada muy pronto por síntomas intranquilizadores.
Una enfermera notó que la piel del recién nacido estaba adquiriendo una tonalidad azulada en algunas partes del cuerpo. Alarmada, trató de comprobar el ritmo cardíaco del bebé, pero notó que el corazón latía de forma anormal.
Los médicos comprobaron que el pequeño no recibía suficiente oxígeno en la sangre, y que esa situación era debida a un fallo cardíaco. Por ese motivo, el pequeño William tuvo que ser operado a corazón abierto para que le implantaran una válvula. Ahora, el bebé está fuera de peligro, pero tendrá que volver a ser operado dentro de seis meses, y por tercera vez cuando llegue a la adolescencia.
Pero, ¿cual es la dolencia que padece? Pues se trata de una cardiopatía congénita bastante extraña conocida como Tetralogía de Fallot, y a la que en siglos pasados se la denominaba “mal azul”, ya que la piel de los niños que la sufren se vuelve de ese color.
Como su nombre bien indica, esta cardiopatía está causada por cuatro anomalías: estenosis pulmonar (con una obstrucción que impide que la sangre se oxigene correctamente), un anormal aumento del tamaño del ventrículo derecho, la presencia de la arteria aorta situada a caballo entre ambos ventrículos, y defectos en el tabique de separación de los mismos. Como consecuencia de todo lo expuesto, el corazón adopta en ocasiones una forma parecida a la de un zueco.
Una de las secuelas más evidentes es la falta de oxígeno en la sangre, que motiva la coloración azulada a la que ya aludimos, y que provoca también que, conforme cumplen años, los niños se agoten con facilidad. Los especialistas dicen que es muy frecuente que adopten la posición de estar en cuclillas de forma habitual, ya que de esa manera alivian el malestar causado por la falta de oxígeno.
El pronóstico depende del corazón de cada paciente. Hay algunos que solo toleran un tipo de cirugía paliativa (que es la que ya se le aplicó al hijo de Kimmel al implantarle la válvula). Pero es en la adolescencia cuando se revela si se les puede realizar otra operación destinada a corregir la cardiopatía que padecen.
[image id=»89471″ data-caption=»» share=»true» expand=»true» size=»S»]Vicente Fernández López