Un grupo de científicos que estaba analizando el estado de la capa de hielo de la Antártida ha realizado un descubrimiento realmente sorprendente. Gracias al análisis mediante satélite y georradar han hallado dunas de grava y arena que alcanzan una altura comparable a la de la Torre Eiffel (324 metros).

Las formaciones se conocen como eskeres y no son ninguna novedad. La mayoría de los que conocemos hoy se formaron bajo placas de hielo escandinavas en el pleistoceno, hace ya más de dos millones de años y hoy podemos verlas en paisajes como los de Suecia. Se forman gracias a una corriente de agua líquida que desemboca bajo el hielo de un glaciar. Con el paso del tiempo, el esker deja determinados sedimentos que forman dunas de material comprimido.

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Lo que sí ha dejado atónitos a los científicos es su descomunal tamaño. Tanto los suecos como los noruegos no superan unos cuantos metros de altura, pero estos de la Antártida son demasiado grandes. La preocupación de los científicos al respecto es qué papel jugarán en un futuro con respecto al deterioro del hielo. Pero, además de ser un producto de la fusión del hielo, los eskeres aumentan considerablemente la inestabilidad de la capa de hielo que les cubre. Hasta qué punto pueden acelerar el proceso de fusión de hielo polar, es un interrogante que los científicos tratan de contestar ahora.

Fuente: sciencealert.com

Rafael Mingorance