Los restos de un tiburón blanco han aparecido en una playa de Suráfrica. En principio no sería nada demasiado excepcional, si no fuera porque la carcasa del animal se conserva casi completa. Pero algunos de sus órganos, concretamente el hígado, el estómago y los testículos, habían sido extirpados con una precisión casi quirúrgica. Y no es la primera vez que ocurre algo así. De hecho, s etrata del cuarto ejemplar de escualo que aparece en estas condiciones.
[image id=»90654″ data-caption=»» share=»true» expand=»true» size=»S»]Pero, ¿quién se ha llevado sus órganos? Las primeras sospechas se dirigen contra las orcas, que son abundantes en esas aguas, y que acostumbran a atacar a los tiburones. Además, estos cetáceos son especialistas, tal y como se descubrió en 1988, en seleccionar órganos concretos de sus presas. De hecho, cuando atacan y matan a otras ballenas, tan solo se comen su lengua, debido a su gran valor nutritivo.
Pero a los especialistas les sigue extrañando el caso de estos tiburones. Porque, aunque el hígado del tiburón es muy nutritivo (de hecho, en algunos casos puede pesar tanto como una persona), en principio, afirman que las orcas obtendrían más nutrientes devorando al animal entero, en lugar de tan solo esos órganos concretos. Además, la extirpación de los mismos ha sido casi tan precisa como si se hubiera realizado con bisturí.
Por ese motivo, no falta quien cree que detrás de estas muertes y mutilaciones puede estar alguna red dedicado al tráfico y venta de órganos de tiburón. El estómago, por ejemplo, es un manjar bastante apreciado en Japón, Taiwan y Hong Kong. Y los testículos se usan en la medicina tradicional en varios lugares de Asia.
Fuente: IFL Science.
Vicente Fernández López