Los bonobos son junto a los chimpancés los parientes vivos más cercanos al ser humano, pero se diferencian entre ellos en que son más pacíficos y disfrutan más del sexo, llegando a ser para machos y hembras una herramienta pacificadora, que les sirve de unión social, reduciendo así sus niveles de estrés. Por el contrario, los chimpancés son más agresivos y territoriales y sus relaciones con el sector femenino son más dominantes. Y aquí llega lo chocante: ¿cómo puede ser que en el grupo más manso, la buena relación de amistad existente entre ambos sexos no propicie una selección más equitativa de la hembra sobre los machos a la hora de engendrar?Un último estudio sobre una comunidad de bonobos ha descubierto que ciertos machos con un mayor atractivo tienen una ventaja asombrosa sobre otros a la hora de engendrar a las hembras, lo que puede hacer que uno solo pueda llegar a ser el padre del 60% de las crías del clan.

Una cosa es pasarlo bien entre ellos y otra cosa es ser padres, por ello, parece que a la hora de dar este paso la cosa cambia y las hembras se vuelven mucho más selectivas. No les vale cualquiera, de hecho muchas acaban teniendo hijos con el mismo miembro del grupo. Es una conclusión a la que ha llegado un grupo de antropólogos que ha llevado un seguimiento sobre una comunidad de bonobos de la República Democrática del Congo entre 2002 y 2013. Su principal autor, Martin Surbeck, miembro del Instituto Max Planck de Antropología Evolutiva (Alemania), apunta que “uno de los machos, Camillo, se convirtió en el macho alfa. Era el ‘Brad Pitt’ de los bonobos dentro de nuestra investigación”.

[image id=»90864″ data-caption=»» share=»true» expand=»true» size=»S»]

En un primer momento se creyó que la libertad de las hembras de elegir a un compañero de paternidad iba a estar distribuida de forma más equilibrada, al ser una especie tan pacífica y amistosa, pero encontraron justo lo contrario. Reconocen que aún queda mucho por investigar y que sería interesante comparar estos resultados con otros grupos de bonobos para comprobar si las hembras se comportan de la misma forma y acaban eligiendo a los miembros más atractivos para la paternidad.

¿Y los chimpancés?

Al ser un grupo más agresivo, el factor elección no existe entre las hembras y todos los machos pueden tener su oportunidad. Así lo destaca otro de los miembros del estudio, Kevin Langergraber, de la Escuela de Evolución Humana y Cambio Social de la Universidad Estatal de Arizona, quien incide en que “incluso los chimpancés de menor rango dentro del grupo pueden llegar a forzar a las hembras”. Algo que parece impensable en el clan que se ha estudiado de bonobos, donde Langergraber sugiere que “tal vez elijan a los padres según sea su rango en el grupo”.

Fuente: ScienceDaily

Alberto Pascual García