Los insectos suman un nuevo peligro que les acecha en la noche: las arañas ilusionistas. La especie Pscherus clavis crea un tipo de seda reflectante que atrae a sus presas como si estuvieran hipnotizadas. Una vez llegan, quedan atrapadas entre sus hilos sedosos y se convierten en el desayuno de las arañas. Pero, ¿cómo funciona este truco visual?

Lo primero es la ubicación. Esta especie de arácnido vive en los bosques subtropicales asiáticos y construye sus telarañas en forma horizontal, sobre el nivel del suelo y en zonas con sombra. Un equipo de la Universidad Tunghai en Taiwán notó que la seda que creaban tenía un efecto reflectante, dando a la red una apariencia blanquecina que era visible a los insectos de la noche, sobre todo, las polillas. De hecho, comprobaron que si ennegrecían las telarañas con polvo de carbón, el número de presas disminuía considerablemente.

También hay que tener en cuenta que el principal insecto que cae en sus redes, la polilla, tiene una visión relativamente pobre, lo que le hace no distinguir con facilidad lo que tiene delante. Por ello, el equipo especula que confunden la luminosidad de la seda con huecos por los que poder escapar en la oscuridad de la noche. Se dejan guiar por la luz… pero esto les lleva a una muerte segura.

[image id=»91144″ data-caption=»Ejemplar hembra de la Psechrus clavis. Fuente: Departamento de Ciencias Biológicas de la Universidad Tunghai.» share=»true» expand=»true» size=»S»]

Pero tienen más trucos

Este estudio no es el primero en identificar las trampas o señuelos que usan las arañas para atraer a sus presas. Algunas especies agregan un pigmento amarillo a su seda que atrae a los insectos haciéndoles creer que es néctar. Otras arañas, por ejemplo, utilizan sus propios cuerpos para reflejar la luz y atraer a sus presas. Pero estos trucos funcionan perfectamente cuando hay luz solar y el que hemos descrito es la primera evidencia de que pueden usar su seda para acabar con sus víctimas en plena noche.

El siguiente paso del equipo investigador es comprobar si esta estrategia ilusionista es usada por otros animales nocturnos para poder cazar en la oscuridad.

Fuente: NewScientist

Alberto Pascual García