Seguro que muchos de vosotros tenéis en mente a los pequeños ciempiés, que parecen tiernos y asustadizos, vamos que no dan miedo por su tamaño, y que más de una vez hemos podido encontrar en casa. Pero este artrópodo en concreto es de los gordos, de los grandes, de los que si encuentras uno cerca, mejor te apartes porque no es el mejor amigo con el que pararte a charlar. Se trata de una Scolopendra dawydoffi, una especie de grandes dimensiones y agresiva, muy común del sudeste asiático, que puede llegar a los 30 centímetros de largo con un cuerpo de entre 21 y 23 segmentos.

Nos ha llamado la atención que entre su dieta, además de existir los insectos, también puede llegar a darse un gran homenaje al invitar a la fiesta a un vertebrado, como serpientes. El caso que os presentamos ha sido reportado por un equipo de investigadores de Tailandia, del Sakaerat Environmental Research Station, que se topó con la situación por casualidad. Al parecer, la serpiente se encontraba poniendo huevos y estaba en un momento muy vulnerable, por lo que el ciempiés aprovechó la ocasión: “Lo encontramos ya envuelto a lo largo del cuerpo de la serpiente (tal y como se ve en la foto) cuando aún se encontraba aovando”, apuntan en su informe.

[image id=»92948″ data-caption=»Fuente: Chiacchio et al., J Insect Behav (2017)» share=»true» expand=»true» size=»S»]

Para que la víctima se encontrase completamente inmóvil, el ciempiés había usado sus patas como garras para que no escapara y se había servido de sus forcípulas para asestar una “puñalada” con veneno directa a su cuerpo. Se trata de un arma especial característica de los centípedos. Ante tal situación, los investigadores no alteraron la escena e hicieron fotografías de lo ocurrido: “Somos los primeros en reportar un caso de este tipo en el que esta especie ataque a un vertebrado mientras está poniendo huevos”, se enorgullece el equipo.

Tras comprobar otros casos de la literatura científica, el equipo ha llegado a la conclusión de que los ciempiés se alimentan de carne de serpientes o sapos más habitualmente de lo que se creía. Aquí os dejamos un vídeo en el que se muestra cómo consiguen neutralizar a una presa.

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¿Pueden atacar a los humanos?

Estas especies tienen un veneno potente que es tóxico para los seres humanos, causando inflamación severa, escalofríos, fiebre y debilidad. Aún así, tranquilidad, porque rara vez se han documentado muertes por picadura de este tipo de artrópodos gigantes.

Fuente: Science Alert

Alberto Pascual García