La T. Carbonaria es un tipo de abeja conocido por no tener aguijón. Y, ahora, también por la peculiar forma en espiral que tienen sus nidos. La foto fue tomada por Tim Heard, un entomólogo australiano que estudia estas construcciones tan especiales. Tal y como explica el especialista, las abejas depositan los huevos de los que nacerán las larvas en una especie de torres espirales, que unen cientos de cámaras que cumplen la función de «cunas» para que se desarrollen las pupas, formando una especie de escalera interminable.

Cada capa de esta espiral está formado por pequeñas vainas circulares que reciben el nombre de células de cría. Cuando las obreras han terminado una, comienzan inmediatamente a construir otra, siguiendo siempre la forma de espiral. Pero, ¿por qué lo hacen?

Lo cierto es que la ciencia aún es incapaz de explicarlo. Tim Heard ha descubierto que esta peculiar estructura permite aprovechar mejor el espacio y que circule el aire por toda la torre. Pero aún no hay datos que permitan saber si este patrón espiral es algo que ha surgido de forma aleatoria, o si se trata de un conocimiento que ha sido transmitido generación a generación.

Vicente Fernández López