Los científicos que forman parte del operativo IceBride, una misión aérea de la NASA cuyo objetivo es crear un mapa preciso del hielo terrestre y marítimo de las regiones del Ártico, han descubierto estos extraños agujeros que nunca habían sido observados con anterioridad.
El origen de los mismos es por el momento un misterio para los investigadores. Aunque hay algunas claves que podrían ayudar a desentrañar el enigma. La principal de todas es que, analizando las imágenes, los investigadores han llegado a la conclusión de que se trata de un manto de hielo bastante «joven», es decir, de reciente formación.
Por ese motivo, especulan con que los agujeros podrían haber sido abiertos por focas u otros mamíferos marinos, para tener una abertura por la que respirar y asomarse al exterior. O, incluso, que podrían estar causados por corrientes de aguas tibias procedentes de manantiales de origen volcánico que, de algún modo, van a parar a las regiones árticas.
Tal vez no se trate del más fascinante de los misterios, pero el hallazgo corrobora que, pese a que la NASA lleva muchos años explorando el Ártico desde el cielo, esta remota región de nuestro planeta sigue deparando sorpresas contínuamente.
Fuente. ScienceAlert.
Vicente Fernández López