Resulta difícil imaginar como se las podían apañar algunos dinosaurios para incubar sus huevos sin romperlos. La respuesta la ha encontrado un equipo de investigadores de la Universidad de Calgary, en Canadá, que han estudiado varios nidos fosilizados de oviraptosaurios, aparecidos en China.
Los ovirraptosaurios eran un tipo de dinosaurios con muchas similitudes con las actuales aves, y con una variedad de tamaños que iban desde los más pequeños (que pesaban alrededor de treinta kilos), a los más enormes, que podían alcanzar los 2.000 kilos de peso.
Los nidos de esta especie que se han preservado, muestran que los huevos se disponían generalmente en forma de anillo en torno a una especie de agujeros centrales en los que se sentaba la hembra. Pero algunos de dichos nidos carecen de dicho agujero. Eso parece significar que los ovirraptosaurios más pequeños si se sentaban directamente sobre los huevos. No ocurría lo mismo con los más grades, que lo hacían sobre el agujero central. Aún así, todo parece indicar que si podían tocarlos con sus alas y proporcionarles calor gracias a la proximidad.
El tamaño de los nidos estudiados varía entre los 40 centímetros de los pertenecientes a los ovirraptosaurios más pequeños, a los tres metros y medio de los más grandes.
fuente: LiveScience.
Vicente Fernández López