Eran las 3:48 minutos de esta noche. Momento en el que España registraba un gran fogonazo en mitad de la madrugada, una bola de fuego cruzaba los cielos de la Península iluminando por unos segundos el cielo. Un fenómeno que ha podido se registrado por los detectores que la Universidad de Huelva opera en el Complejo Astronómico de “La Hita”, en Toledo, y en los observatorios astronómicos de Calar Alto (Almería), La Sagra (Granada), Sierra Nevada (Granada), Huelva y Sevilla.
Todos ellos, forman parte de un proyecto conocido como SMART, cuyo propósito es el de monitorizar de forma constante el cielo para registrar y estudiar el impacto contra la atmósfera de rocas procedentes de distintos objetos del Sistema Solar. El profesor de la Universidad de Huelva, José María Madieno, ha sido quien ha analizado este fenómeno y apunta que “la bola de fuego se produjo como consecuencia de la brusca entrada en la atmósfera terrestre de una roca procedente de un cometa. La velocidad de esta roca rondaba los 118 mil kilómetros por hora, lo cual dio lugar a que ésta se volviese incandescente, generándose así el espectacular fenómeno luminoso”.
Tal y como apunta Madieno, no es nada habitual que una roca procedente de un cometa consiga penetrar en la atmósfera hasta altitudes tan bajas (entre los 30 y los 90 kilómetros de distancia. De hecho, estos materiales están formados por lo que se conoce como «hielo sucio»: una mezcla de hielos y pequeños fragmentos de roca tan poco consistentes que nuestra atmósfera generalmente los destruye a mucha más altura (entre los 80 y 70 km sobre el nivel del suelo). El hecho de que haya logrado penetrar hasta los 31 kilómetros de distancia implica que se trata de un material comentario de muy alta resistencia, similar a las rocas que proceden de asteroides.
Aquí puedes ver el vídeo del fenómeno registrado esta madrugada.
Alberto Pascual García