A la hora de asegurarse descendencia, todo vale. Y la estrategia recién descubierta por un equipo internacional de biólogos no tiene desperdicio: si una mosca de la fruta ( Drosophila melanogaster) macho descubre la presencia de un competidor mientras se está entregando a la tarea reproductora, modifica la composición de su semen. Concretamente, le añade una dosis extra de dos proteínas: ovulina y péptido sexual. El truco químico produce dos efectos favorables a la paternidad. Por una parte, aumenta el número de huevos que pondrá la hembra y, por otra, disminuye la disposición de esta a aceptar más pretendientes.
Según los autores del estudio, publicado en Current Biology, el hallazgo puede ayudar en el futuro a controlar insectos transmisores de enfermedades.
Pilar Gil Villar
La clave está en cuánto somos capaces de predecir de la pieza, y hasta qué…
Un nuevo estudio prevé un fuerte aumento de la mortalidad relacionada con la temperatura y…
Los investigadores ha descubierto un compuesto llamado BHB-Phe, producido por el organismo, que regula el…
Un nuevo estudio sobre la gran mancha de basura del Pacífico Norte indica un rápido…
Una nueva teoría que explica cómo interactúan la luz y la materia a nivel cuántico…
Pasar dos horas semanales en un entorno natural puede reducir el malestar emocional en niños…