La “mini” ganadería tiene que ver con el pequeño tamaño del “ganado”, tradicionalmente pequeñas explotaciones de ranas, roedores e incluso variedades “enanas” de cabras, ovejas, cerdos… Sin embargo, actualmente las posibilidades de este tipo de granjas no van encaminadas hacia la cría de vertebrados… el futuro se basará en la ganadería de insectos y otros invertebrados. Entre los insectos, los saltamontes y algunos escarabajos son las “estrellas” de este nuevo sector productivo pero posiblemente sean las moscas las que tienen mayores posibilidades para una cría industrial y producción masiva. Y ellas, las moscas, son las “vacas” que crían y seleccionan con mimo en Bioflytech S.L. , una spin-off de la Universidad de Alicante. Santos Rojo, director del grupo de investigación de la Universidad y Socio fundador de Bioflytech explica a Quo cómo sacar provecho económico de las incómodas visitantes del verano.

¿Cuántas moscas tenéis en vuestra granja?

En realidad la unidad de medida son kilos de larvas y pupas… dependiendo de las especies un kilo pueden ser entre 10.000-40.000 pupas, ya que existe una gran variedad de tamaños y pesos de las larvas en función de la especie, tipo de alimentación, etc. El año pasado desarrollamos la tecnología necesaria para la producción diaria de dos millones de huevos… nuestra intención es multiplicar por dos o por cuatro esa cantidad lo antes posible… puede que los números mareen un poco pero todavía será necesario escalar el proceso mucho más si se quiere emplear el proceso a escala industrial… aunque hay que recordar que todas esas larvas nunca se desarrollan hasta moscas adultas…

¿Todas las moscas sirven para montar una granja?
Existen más de 150.000 especies distintas de dípteros. Por supuesto, cada especie de mosca (e incluso cada variedad) debe criarse en jaulas independientes y aisladas para controlar su desarrollo y producción… esto no es tan extraño. Imagina la ganadería tradicional… criar gallinas no es lo mismo que criar pavos o patos… las moscas son igual o más diferentes entre sí…

En un momento del ciclo las llevamos al matadero… por congelación por ejemplo

El año pasado desarrollamos la tecnología necesaria para la producción diaria de dos millones de huevos

Las larvas de algunas especies se pueden emplear para la cicatrización de heridas y úlceras (terapia larvaria = maggot therapy), si se crían en ambientes estériles.

Para la cría en granjas o como mini-ganado, se utilizan fundamentalmente aquellas especies que pueden desarrollar su ciclo sobre la materia orgánica y en particular, sobre subproductos o residuos de agricultura, ganadería o de la industria alimentaria. En realidad lo que se produce masivamente son larvas de mosca, millones de larvas que “engordamos” y que no dejamos que se transformen en moscas adultas… en un momento del ciclo las llevamos al matadero… por congelación por ejemplo y volvemos a empezar la producción.

¿Con qué las alimentáis? ¿hay pienso para moscas?
Actualmente estamos tratando de desarrollar para ellas un “pienso” fabricado a partir de varios subproductos de origen animal y vegetal sin mucho valor económico, o incluso sin ningún valor ya que deben ser destruidos. La industria agroalimentaria tiene un sinfín de estos subproductos, los residuos ganaderos también son un problema, de hecho ya hemos realizado una prueba a escala industrial en granjas porcinas (ecodiptera)

¿Se crían con facilidad?
Las moscas adultas en realidad no crecen… “nacen” de una pupa (parecido a un capullo de mariposa) que se produce cuando las larvas han acabado de alimentarse. De cada huevo depositado por la mosca hembra (tras copular con el macho) nace una larvita de menos de 1 mm pero en cuestión de una o dos semanas crece de manera exponencial, multiplicando su tamaño por diez o por veinte… el sueño de cualquier granjero…

Un aspecto crucial es conocer al detalle su ciclo biológico. Al igual que las aves o los mamíferos, no todas las moscas pueden vivir y reproducirse en espacios cerrados… es necesario seleccionar el equivalente de las gallinas, los cerdos, las vacas… La reproducción de las moscas adultas es básica, debemos de controlar el tiempo de maduración de machos y hembras, el número adecuado de ejemplares de cada sexo, lugares que permitan la cópula, la puesta de huevos, etc.
Es decir, se necesita detectar y eliminar todos los “cuellos de botella” que impiden su explotación a escala industrial. Por ejemplo, si queremos producir toneladas de larvas son necesarias toneladas de alimento… este alimento debe ser barato. También nos interesa conocer la velocidad de crecimiento de la larva, la temperatura a la que se desarrolla y en definitiva todo lo que nos permita poder controlar el proceso de desarrollo de millones de pequeñas larvas simultáneamente. Aquí esta el “quid” de la cuestión… todo el mundo sabe donde se desarrollan las moscas… pero ¿es posible utilizar uno de los problemas asociados a la descomposición incontrolada de restos orgánicos (las moscas), para precisamente bio-transformar adecuadamente residuos e incluso en muchos casos valorizar determinados subproductos orgánicos?… nosotros creemos que sí.

¿Habéis tenido alguna fuga?

Al igual que en las explotaciones ganaderas, en realidad trabajamos con especies domesticadas, es decir, proceden de variedades silvestres pero han sido seleccionadas para su cría y producción en condiciones artificiales.

Las fugas no tienen éxito reproductivo en libertad ya que difícilmente pueden competir con sus hermanas silvestres… es como soltar una gallina en un bosque

Algunas de nuestras colonias llevan hasta 10 años en cautividad, si tenemos en cuenta que en un mes pueden desarrollarse una o dos generaciones…Esto es además una ventaja en su manejo a escala industrial, aunque trabajamos en espacios cerrados, las potenciales fugas no tienen éxito ya que difícilmente pueden competir con sus hermanas silvestres… es como soltar una gallina en un bosque…

¿Qué sacáis de las moscas?
Para empezar, son grandes recicladoras. Existen infinidad de subproductos orgánicos producidos a escala industrial que deben ser eliminados todos los días… las moscas pueden transformarlos en productos útiles e incluso con un elevado valor económico.
Algunas especies pueden ser utilizados simplemente para la eliminación de residuos orgánicos (uno de los grandes retos del siglo XXI), exactamente la función que realizan muchas especies en los ecosistemas. Estas especies han evolucionado durante millones de años para la biodegradación de este tipo de sustratos y su transformación en su propia biomasa… al final del proceso el residuo resultante no huele y muchas veces incluso son eliminados microorganismos patógenos, metales pesados, etc. El enfoque más “tradicional” podría centrarse en la eliminación controlada de residuos o de subproductos ganaderos y agroalimentarios (reducen entre el 50-70% del volumen inicial).

Sin embargo, ahondando en este proceso, las larvas no simplemente “eliminan” materia orgánica para su conversión en biomasa larvaria. En realidad, transforman el medio antes de alimentarse, mediante la producción de diferentes compuestos químicos. El resultado es que el resto del material no digerido esta realmente transformado en una especie de humus enriquecido, con valioso potencial agronómico.
La producción de larvas y pupas vivas tiene aplicación directa en el mercado de la alimentación de mascotas, cebos de pesca o para la producción de dietas para enemigos naturales en agricultura (biofábricas de control de plagas).

Incluso las moscas adultas se pueden emplear en la polinización económica de varios tipos de cultivos de invernadero, por ejemplo en semilleros donde no pueden utilizarse abejorros. No obstante, es la obtención de biomoléculas y componentes estructurales extraídos de la biomasa larvaria la aplicación con un mayor potencial económico a medio y largo plazo como por ejemplo, la obtención de quitosano (polisacárido de múltiples usos industriales), biodiesel (a partir de los ácidos grasos) y desde luego la alimentación animal (componente proteico para la elaboración de piensos compuestos).

¿Por qué sería bueno para el alimento de los peces?
No somos conscientes del reto que supone la producción de carne en el siglo XXI. En el año 2050 seremos al menos 9.000 millones de personas en el Planeta… sólo un ejemplo, 1 kilo de carne de vaca implica al menos 12-15 kilos de materia vegetal… y mas de 10.000 litros de agua, sin contar excrementos producidos… La acuicultura pretende ser un complemento de la ganadería e incluso su sustitución parcial debido a la mayor eficiencia en el desarrollo de muchas especies piscícolas además de valiosos componentes nutricionales (ej.: omega 3).

Al menos el 40% de la pesca del mundo se dedica a elaborar piensos para acuicultura. Las larvas de mosca serían un magnífico sustituto

Sin embargo, los piensos utilizados en acuicultura necesitan al menos en un 40% proteína procedente de… harina de pescado!… que debe ser obtenida de las poblaciones silvestres de peces… al menos el 40% de la pesca del mundo se dedica a este fin. Las proteínas de origen vegetal como la soja y la patata, no solventan este acuciante problema y nuestros mares están cada vez más al borde de la sobrexplotación… ¿pueden ser los insectos una solución a este grave problema?… los pescadores ya saben que las larvas son un buen cebo… de hecho los insectos y otros artrópodos forman parte de la dieta natural de una gran parte de especies de peces silvestres… si además los podemos obtener valorizando subproductos agroalimentarios ¿no habremos solventado dos grandes problemas simultáneamente?

¿En qué aventaja a productos como el humus de lombriz, u otros?
Para empezar, el resultado derivado de la alimentación larvaria no es en realidad un compostaje… la materia orgánica inicial es totalmente descompuesta y transformada en un humus orgánico de excelente calidad. Su composición es similar (y en algunos parámetros superior) a los abonos orgánicos empleados habitualmente en agricultura. Además al derivarse de la actuación de un proceso natural podrían ser catalogados como ecológicos. Respecto al lombri-compost sus ventajas son la rapidez de los ciclos de las moscas y la amplia variedad de materia orgánica (tanto animal como vegetal) que puede ser empleada en el proceso, así como mayores rangos fisicoquímicos como pH, contenido hídrico, etc. No obstante larvi-cultura y lombri-cultura pueden usarse secuencialmente por ejemplo si existen muchos componentes de celulosa en el material de partida…

¿Ya hay algún producto a la venta?
Algunos productos ya están comercializados y pueden ser adquiridos (alimentación de mascotas, polinizadores etc.), otros están en una fase avanzada de su desarrollo (fertilizantes, biodegradación de residuos) y otros como el escalado de la producción a los niveles necesarios para su uso en la alimentación animal (avicultura y acuicultura) creemos que podrán estar finalizados en uno o dos años.

¿De qué organismo o institución depende vuestro trabajo?
Somos una spin-off de reciente creación de la Universidad de Alicante. La mayor parte de los miembros del equipo de investigación centrado en el estudio básico y aplicado de dípteros descomponedores nos embarcamos en este proyecto a principios de año aunque el grupo posee mas de 10 años de experiencia en este ámbito. Se trata de una de las cinco empresas de Base Tecnológica de la Universidad de Alicante (aunque también participan investigadores de la Universidad de Almería) y se denominada Bioflytech S.L. …

Revisión de huevos

Cada especie de mosca (e incluso cada variedad) se cría en jaulas independientes y aisladas para controlar su desarrollo y producción. Hay que controlar la temperatura, y la alimentación. En esta imagen, están revisando el sustrato donde están los huevos.

Un nido controlado

Esto que ven aquí es un nido de moscas controlado. Se observan adultos de Hermetia illucens revoloteando en el interior de una de las jaulas de cría.

A punto de ir al matadero

Lo más aprovechable: Larvas maduras de Hermetia illucens.

Cada especie en su jaula

Jaulas de cría de varios tamaños para diferentes especies de moscas.

Por las paredes

Un detalle de una jaula de cría de Hermetia illucens.