Desde que han descubierto que el ser vivo más fuerte del planeta es el escarabajo Hércules, capaz de levantar objetos de hasta 850 veces su propio peso (lo que equivaldría a que un hombre de 80 kilos levante 52.000 kilos), los descubrimientos con escarabajos se suceden día a día.
El último de ellos tiene que ver con una investigación realizada por científicos del Instituto Tecnológico de Georgia.
Un equipo de investigadores ha analizado la particular estructura molecular del caparazón del escarabajo enjoyado ( Chrysina gloriosa) que se ve verde cuando recibe luz no polarizada y cambia de color cuando cuando la luz sí es polarizada. El análisis del escarabajo enjoyado ha demostrado que su exoesqueleto está organizado, en su mayoría, en células hexagonales. También tiene células de siete y cinco lados dependiendo de dónde se encuentren en la curvatura del caparazón. La estructura de este es análoga a la distribución de las moléculas en un cristal líquido nemático quiral. Los científicos aseguran que estos hallazgos se podrán utilizar para el diseño de dispositivos fotónicos e inspirar nuevos aparatos ópticos.
Pero hay más aún. Uno de los principales investigadores del equipo, el profesor Mohan Srinivasarao, de la Escuela de Ingeniería en Polimeros, Textiles y Fibras asegura que aún queda mucho que aprender. «Hay cientos de miles de insectos capaces de crear colores sorprendentes, especialmente porque lo hacen a partir de sistemas basados en el agua. Y debemos aprender mucho aún para poder imitar esta capacidad de creación».
Juan Scaliter