Los expertos prevén que en 2100 el aumento de las temperaturas y la humedad provocarán estrés térmico a 1,2 millones de personas al año, el cuádruple de la población afectada actualmente

El estrés térmico es la incapacidad de nuestro cuerpo para regular la temperatura interior en un nivel normal cuando la temperatura exterior es elevada. En situaciones normales, cuando aumenta la temperatura exterior, el cuerpo humano se refrigera mediante la sudoración. La evaporación del sudor enfría la piel y ayuda a mantener nuestra temperatura alrededor de los 37ºC.

Pero cuando la temperatura y la humedad aumentan de forma extrema y prolongada, nuestro organismo no es capaz de compensarlo, y podemos padecer estrés térmico. Las consecuencias pueden ser leves si la temperatura interna del cuerpo no supera los 38ºC, como eritema y calambres. Pero también pueden ser más graves por encima de los 40ºC, como el agotamiento, el golpe de calor, y daños en el cerebro y otros órganos vitales. En el peor de los casos, podría provocar la muerte o discapacidad permanente si no se trata con urgencia.

Según el Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC), el aumento de la temperatura del planeta debido al cambio climático, podría hacer que la temperatura corporal aumente rápidamente en las personas que viven en las zonas afectadas.

El estrés térmico es, por tanto, la causa de varios efectos patológicos debido a una acumulación desmesurada de calor en el cuerpo.

El estudio de la Universidad de Rutgers indica los afectados podrían llegar a sobrepasar el millón anualmente si las emisiones de gases de efecto invernadero siguen al ritmo actual. Además, advierten del efecto, no solo en la salud de las personas, sino de forma indirecta en la agricultura, la economía y la conservación del medio ambiente.

Este es el primer estudio sobre estrés térmico que tiene en cuenta la humedad. Además, incluye factores como la velocidad del viento, el ángulo de incidencia de la luz solar y la radiación infrarroja.

REFERENCIA

Escalating global exposure to compound heat-humidity extremes with warming