La preocupación excesiva por el cambio climático se identifica con ansiedad, pero un estudio revela que poca gente la siente

Nuestro planeta está experimentando un cambio climático sin precedentes en la historia de la humanidad. El calentamiento global y sus consecuencias, en forma de sequías, incendios forestales, tormentas extremas y olas de calor, son imposibles de negar. Para algunas personas, las noticias de estos acontecimientos se convierten en una carga psicológica tan grande que puede afectar a sus vidas, algo que se denomina «ansiedad climática».

Precisamente este es el objeto de un estudio británico basado en una encuesta online realizada a 1.338 adultos en el Reino Unido en 2020 y en 2022. Casi la mitad de los participantes en la encuesta declararon estar muy o extremadamente preocupados por el cambio climático. Esto es similar a los resultados de investigaciones anteriores.

Sólo el 4,6% de los encuestados declaró haber experimentado ansiedad por el clima.

Los jóvenes son los que más experimentan lo que los investigadores llaman ansiedad climática. Este fue también el caso de los que veían y escuchaban muchas noticias, y de los que ya tenían otros problemas de ansiedad. Sin embargo, este término es impreciso, y no representa un diagnóstico psicológico.

Los investigadores de la Universidad de Bath intentaron distinguir entre la preocupación por el cambio climático. la verdadera ansiedad, que puede llegar a ser un miedo paralizante, y como los distintos grados afectaban a que la gente tome medidas para paliar las consecuencias del cambio climático.

Para ellos utilizaron medidas de ansiedad climática que se centran más en los síntomas. Observaron si éstos tienen un impacto negativo en la vida cotidiana, por ejemplo en forma de mala calidad del sueño o de concentración. En el estudio descubrieron que, bajo estas condiciones, sólo el 4,6% de los encuestados sufría de ansiedad climática.

Tener ansiedad sugiere que algunas emociones son exageradas e irracionales, pero según los investigadores, es racional tener sentimientos negativos sobre el cambio climático. Aún así, solo la mitad de los encuestados se declaraban preocupados.

Los investigadores británicos descubrieron que tanto quienes tienen ansiedad como quienes solo están preocupados por el cambio climático intentan hacer algo para salvar al planeta. Esto incluye pequeñas acciones como ahorrar electricidad, comprar artículos de segunda mano, y alquilar o pedir prestados artículos en lugar de comprarlos nuevos.

Sin embargo, sus preocupaciones y su ansiedad no tienen un impacto tan grande en otras partes de su estilo de vida. Por ejemplo, no redujeron su consumo de carne menos carne ni usaron menos el automóvil.

REFERENCIA

Climate anxiety: What predicts it and how is it related to climate action?