Del décimo al primero, aquí tienes una lista para hincarle el diente.

Megalodón

Fuerza del bocado: 10800 Kg Tamaño: Más de 16 m y 45 toneladas.
Presas: Cualquier bicho que saciara su apetito. Le privaban las ballenas.
Características: Tiburón prehistórico que vivió entre 18-1,8 millones de años atrás. Probablemente, el mayor carnívoro marino
que jamás haya existido: 250 dientes de unos 20 cm de longitud.

Supercroc (Sarcosuchus imperator)

Fuerza del bocado: 8.000 Kg Tamaño: 12 m y 8-10 toneladas. El tamaño de sus mandíbulas equivalía a la altura de un ser humano adulto: 1,8 m.
Presas: Peces, tortugas y dinosaurios del Cretácico.
Características: Tenía más de 130 dientes, el mismo tamaño que un autobús (con asientos de cuero, claro) y el doble que los cocodrilos de la actualidad.

Tyrannosaurus rex

Fuerza del bocado: 3100 Kg Tamaño: 13 m y 7 toneladas.
Presas: Otros dinosaurios de buen tamaño: triceratops. No le hacía ascos a la carroña.
Características: Veloz (hasta 40 km/h), mandíbula enorme y capaz de zamparse de una sentada unos 150 kg de carne cretácica. Era, sin dudas, el mayor depredador terrestre de su tiempo.

Tiburón blanco

Fuerza del bocado: 1800 Kg Tamaño: Puede superar los 6 m y las 2,2 toneladas.
Presas: Lo que le pongan por delante: delfines, focas y otros tiburones.
Características: Es el mayor depredador marino vivo, y también el mayor devorador de hombres… cuando los confunde con una presa.

Aligator americano

Fuerza del bocado: 950 Kg Tamaño: Entre 2 y 3 m, y hasta 500 kg
Presas: Peces, tortugas y todo lo que se le acerque.
Características: Pueden vivir hasta 100 años. Pese a la fuerza de su mordida, basta una mano para mantener su boca cerrada.

Dunkleosteus terrelli

Fuerza del bocado: 530 Kg Tamaño: 6 a 9 m y 4 toneladas.
Presas: Tiburones, entre otras.
Características: Dominó los mares hace 400 millones de años. Podía desencajar las mandíbulas para tragarse lo que fuera. Fue pionero en disfrutar del otro sexo: entre los primeros peces con distinción sexual, macho o hembra.

León (Panthera Leo)

Fuerza del bocado: 340 Kg
Tamaño: 2 m y 250 kg
Presas: Cebras, búfalos y hasta jirafas.
Características: Son los únicos felinos que cazan en grupo (unos abusones). Matan por estrangulamiento, sea mordiendo el cuello o atrapando boca y hocico.

León Marsupial (Thylacoleo carnyfex)

Fuerza del bocado: 330 Kg
Tamaño: 1,5 m y 160 kg
Presas: Canguros gigantes y otros hervíboros.
Características: El mayor carnívoro del continente australiano. Vivió en el Pleistoceno (hace 2.500.000-10.000 años). En comparación con su peso, es la mandíbula más poderosa, gracias a su desproporcionada musculatura maxilar.

Lobo terrible (Canis Dirus)

Fuerza del bocado: 180 Kg
Tamaño: 2 m y 300 kg
Presas: Bisonte estepario, camello gigante, megaterio y otros hervíboros.
Características: El gran cánido del Pleistoceno. Apenas más grande que el lobo gris actual, con el que no está directamente emparentado. Trituraba los huesos con sus dientes.

Tigre dientes de sable

Fuerza del bocado: 110 Kg
Tamaño: 2 m y 300 kg
Presas: Mamíferos de tamaño medio.
Características: En sentido estricto, no debería figurar en este top-ten. Una mandíbula frágil y corta en comparación con los felinos actuales no le permitía dar mordiscos poderosos. Otros carnívoros, como el jaguar, mejoran su registro. Pero su popularidad lo merece.

Así es por dentro.

El dibujo señala –del blanco, pasando por el amarillo y el rojo hasta el azul– las zonas de mayor y menor fuerza, respectivamente, en la mandíbula de un dientes de sable.

A pedir de boca

El australiano Stephen Wroe es el autor de las investigaciones con las que hemos elaborado esta clasificación.

Así mordíamos

Actualmente, el equipo del doctor Wroe está investigando cómo era la capacidad mandibular del australopiteco africano; un antepasado nuestro que pobló el homónimo continente hace unos 2 ó 3 millones de años. Pese a llevar una dieta vegetariana, de frutos, semillas y tubérculos (seguro que Madonna adoptaría uno), tenía unos dientes posteriores más grandes que los nuestros. Estos le servían, probablemente, para desgarrar las fibras de la comida y triturar las semillas.