Biólogos y naturalistas llevan años intentando clasificar el dimorfismo animal… Una y otra vez, la naturaleza les responde que todo es posible. Algunas especies, como los saltamontes, modifican el aspecto en función de su gregarismo, si viven en grupos o por separado.  Y la posición de dominio en el grupo entre los gorilas de montaña la decide su espalda plateada. Otras especies experimentan el dimorfismo estacional, en función de la época reproductora e independientemente del sexo, como ocurre con ciertas perdices. Y algunas basan sus diferencias en el método de reproducción: en el gusano nematodo Rhabdonema nigrovenosum, por ejemplo, una generación es hermafrodita y la otra unisexual. Algo parecido ocurre con los crustáceos cladóceros, los insectos cinípidos y los pulgones: una generación puede ser diferente de la siguiente (dimorfismo generacional). Puede ocurrir que las hembras tengan una reproducción asexual (sin macho), lo que da lugar a que nazcan solo hembras. Y pueden reproducirse sexualmente, para criar a machos y hembras.

Pero el dimorfismo sexual, la diferencia entre géneros por razones reproductoras, es el más común. Excepto en algunos artrópodos, es frecuente que los machos sean mayores y con colores más vistosos, para atraer al sexo opuesto y marcar de paso una posición de dominio respecto a otros rivales. “En las hembras, por el contrario, el objetivo es pasar desapercibidas para poder incubar sin ser atacadas. También en su función reproductora, y en la necesidad de poder albergar el mayor número de huevos o crías, está la explicación de su mayor tamaño”, explica el naturalista Ángel Febrero.

Pero como en todo, hay excepciones. Una especie de ave limícola tuvo confundida a la comunidad científica internacional durante varios años. “Los investigadores creían que la hembra era el macho debido a su vistoso colorido y tamaño. La correcta asignación de sexos pudo hacerse al observar la incongruencia de las posturas a la hora de copular”, explica Ángel Febrero. También los caballitos de mar juegan al despiste. La fecundación se produce dentro del macho, cuando la hembra le introduce los huevos en su bolsa. Una vez desarrolladas las crías, las libera en una operación que podría parecer un parto. ¿Metrosexualidad? No exactamente, pero sí de esos caprichos de la naturaleza que tanto llegan a confundir a los especialistas.

A todo color

En las épocas de reproducción, el macho de fragata real hincha su garganta roja para atraer a las hembras.

Postura de kamasutra

La diferencia de tamaño es tan brutal en las arañas cangrejo  que el macho debe realizar un verdadero ejercicio de alpinismo para poder situarse encima de la hembra y copular.

Irrepetible

El sapo dorado ya no existe. La última vez que se lo vio fue en 1994… dándose un gustazo. Los machos, más pequeños, eran de un tono anaranjado brillante, mientras que las hembras estaban salpicadas de manchas de color escarlata y amarillo.

Que te quiero verde

La cabeza esmeralda del macho de ánade real remata en un elegante collar blanco, mientras el resto del cuerpo es blanco y grisáceo. El rasgo que comparte con la hembra, en jaspeado marrón y blanco, es el pico de un amarillo muy vistoso.

Fiesta para los ojos

Hasta que tienen dos o tres meses, los polluelos machos y hembras de pavo real son iguales. A esa edad empieza a apreciarse que las patas de ellos son más largas. Al cabo de tres años, la divergencia entre los sexos es completa. Los machos han desarrollado una espectacular cola de vivos colores que puede alcanzar 1,50 m de longitud y exhiben plumas de un azul violáceo metalizado en la cabeza, el cuello y el pecho. Ellas desarrollan una «vestimenta» mucho más discreta en tonos parduzcos y grises.

Fósil viviente

Existe desde hace 440 millones de años y todavía es capaz de procrear. La hembra del cangrejo herradura puede poner 20.000 huevos.

Por si acaso

La hembra del saltamontes es de mayor tamaño para poder albergar la ingente cantidad de huevos. En algunas ocasiones llegan a las 10.000 unidades.

Abusona

El macho del Linophryne indica, que apenas mide 5 cm frente a los 23 de la hembra, la muerde para inocularle su esperma y ya no se separa más. Poco a poco, se va integrando en el cuerpo de ella y desaparece.

Coquetos

Los machos de algunos camaleones muestran tonos más coloreados que los de las hembras en la queratina de su piel.Son ovíparos.

Desigualdad de género

El macho del elefante marino del norte mide cinco metros, y la hembra tres. Pueden copular hasta 50 veces en una estación.

Rey por los pelos

Los monarcas de la sabana no dejan lugar a dudas sobre quién es quién. La inconfundible melena y un mayor tamaño caracterizan al macho de la pareja.