Vespa velutina no es una marca de motocicletas, sino el nombre científico que recibe una especie de himenópteros conocidos popularmente con el terrorífico apodo de “avispas asesinas”. Ya se han visto los primeros individuos en España, y no vienen solas. Es hora de conocerlas a fondo
Son originarias de Asia, pero parecen dispuestas a colonizar el planeta entero. La primera vez que se detectó su presencia en territorio europeo fue en 2004, en la región francesa de Aquitania. Hasta hace poco, nuestro país se había mantenido a salvo de ellas, pero en 2011 ya se encontraron las primeras colonias en Cataluña, País Vasco y Canarias.
Sus víctimas potenciales son las abejas domésticas, a las que triplican en tamaño. A diferencia de ellas, esta asesina alada no tiene el aguijón en forma de anzuelo, lo que le permite clavarlo cuantas veces quiera sin perderlo. Son, además, unas depredadoras casi insaciables. Atacan a sus víctimas, las abejas de la miel, para arrancarles la cabeza y comérselas allí mismo, aunque a algunas se las llevan a sus colmenas para devorarlas con sus compañeras.
Demasiado calor… para vivir
Con el tiempo, las abejas asiáticas han aprendido a defenderse y han desarrollado una peculiar estrategia para derrotar a sus enemigas basada en su principal arma: la superioridad numérica. Rodean a una avispa hasta formar una pelota y comienzan a aletear con fuerza, lo que hace que la temperatura suba hasta 45ºC. la consecuencia es que la Vespa velutina muere del calor.
Desgraciadamente, las abejas españolas aún no han tenido tiempo para aprender a desarrollar su propio sistema de defensa, y se están convirtiendo en el menú favorito de las invasoras orientales. Los expertos dicen incluso que solamente unas cien avispas se bastan para arrasar por completo toda una colmena de abejas.
Las colonias de Vespa velutina suelen extenderse en un radio de 30 kilómetros cada temporada, lo que las convierte en una amenaza que se desplaza con notable rapidez.
Para acabar con ellas, y mientras los investigadores encuentran un remedio eficaz contra esta plaga, los agricultores recurren a trampas caseras, como meter carne envenenada y otros cebos dulces en panales artificiales.