Aunque parezca sorprendente, la única broma del titular es que no eran Lacasitos sino M&M’s (su versión americana) el chocolate que, según su eslogan, «se derrite en tu boca, no en tus manos». Y precisamente las manos son lo que se han llevado a la cabeza un grupo de apicultores de la comuna francesa de Ribeauvillé, en la región de Alsacia, al descubrir que desde el mes de agosto sus abejas producen miel de colores, concretamente verde, marrón chocolate y azul

Perplejos y alarmados por los resultados de la producción de esta temporada, que como podéis imaginar han arruinado sus ventas, los apicultores se embarcaron en una investigación para determinar las razones de este dulce misterio. Finalmente, las abejas han sido cazadas -no de forma literal, claro- en un ataque de glotonería comiendo desechos azucarados procedentes de Agrivalor, una fábrica de biogás cercana que trabaja con contenedores de residuos de la empresa Mars (concretamente de su producto M&M’s), ubicada a tan solo cuatro kilómetros de distancia de las colmenas afectadas.

Para dar con la fuente siguieron, literalmente, la huella de las patitas de las abejas, que no eran amarillas como ocurre cuando beben néctar de las flores, sino de tonos mucho más vistosos y muy poco naturales. Que una abeja lleve ‘calcetines de colores’ no es muy habitual y no pasa desapercibido ni para el peor de los detectives.

Según el diario Le Monde, la empresa Agrivalor ha informado que efectuarán la carga y descarga de los contenedores en una zona cerrada a la que las abejas no puedan acceder.

Por otro lado, aún queda por determinar si la miel de colorines es apta para su ingesta. De momento, los apicultores de Ribeauvillé están de acuerdo con los expertos que desaconsejan y alertan los peligros de su consumo: «El producto no es vendible. Esto no es miel».

Ya sabemos de qué clase de país multicolor procedía la abeja Maya y a qué dedicaba su tiempo libre…

Muestras para el recuerdo

Gracias a Reuters conocemos al apicultor francés, Andre Frieh, quién muestra en esta imagen un panal con la miel de colores que han producido sus abejas esta última temporada.

Andre vive al noroeste de Francia, donde varios apicultores se han quejado por la misma cuestión. Después de meses de investigación, finalmente se pilló in fraganti a las abejas goloseando en una fábrica cercana que gestiona los dulces desechos de Mars. Concretamente comiendo restos de M&M’s (los Lacasitos americanos).

«Esto no es miel»

En este caso Andre Frieh sostiene una muestra de miel verde. 

«Las abejas suelen volver con las patas amarillas por el polén» declaraba Frieh para BBC, «pero estas no«. En este caso el color de sus minúsculas patas fue la única pista para resolver el misterio. 

Miel color pitufo

«Los apicultores conocemos bien los colores de la miel. Va del blanco al amarillo claro, oscuro, marrón e incluso negro, pero nunca esos colores» afirma Frieh.

 

Buscando la fuente

Pero no solo Andre Frieh padeció las consecuencias de la miel de colores. Pronto varios apicultores se quejaron por la misma razón, y todos observaron que las patas de las abejas no eran precisamente amarillas.

¿De qué néctar estaban bebiendo sus abejas? 

Estos colores me recuerdan a… ¡Lacasitos!

Los apicultores decidieron seguir las pistas y las huellas de las abejas que les llevaron a una fábrica de biogás en Estrasburgo a apenas 4 kilómetros de donde están ubicadas las colmenas.

Allí se dieron cuenta de que las abejas habían bebido de los contenedores de una fábrica de biogás que maneja los contenedores y desechos azucarados de la empresa Mars (fabricante de M&M’s).

 

Afirman haberlas visto merodear por la fábrica

Según declaró para BBC, Philippe Meinrad, un empleado de la planta: «Claro que vi a las abejas por aquí. Ellas son parte del medioambiente. Cuando nos enteramos de que había pasado esto, pasamos a hacer todas las cargas y descargas dentro de la fábrica para que las abejas no tengan acceso».

 

Para flipar en colores

A los apicultores la miel de colores les ha arruinado la temporada. Dada su dudosa fiabilidad para el consumo, los mismos recolectores de miel han decidido que esta «no es vendible».

Tendrán que esperar a la próxima temporada para que la miel de sus abejas vuelva a ser de su natural color amarillo.