Un equipo de investigadores de Estados Unidos, liderado por Ken Catania, ha indagado cómo realiza tal tarea la especie acuática (Sorex palustris). Según sus resultados, estos animalillos despliegan una serie de complejas habilidades que les colocan entre los depredadores más refinados. Además de identificar a sus víctimas por la forma y por las corrientes que provocan, son capaces de olerlas en el medio acuático. Para realizar el estudio se diseñó una serie de experimentos, grabados con una cámara de infrarrojos de alta velocidad.
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