A partir de esta noche, podrás pasear por los rincones más hermosos de la Andalucía silvestre desde una butaca de cine. La película Guadalquivir te llevará por la cuenca del río y te permitirá escudriñar sus plantas, sus paisajes y su asombrosa y variadísima fauna desde un ángulo privilegiado. Por primera vez, desde la magnificencia de la pantalla grande. Su director, el veterano autor de documentales para el mercado internacional Joaquín Gutiérrez Acha, nos desvela los entresijos de una obra tan compleja como fascinante.

¿Por qué el Guadalquivir?

Porque nos permite mostrar tres enclaves fundamentales con una diversidad brutal de fauna ibérica: las Sierras de Cazorla y Segura, donde nace, Sierra Morena y las marismas en el Parque Nacional de Doñana, en las que desemboca. En realidad es una excusa para enseñar un fragmento de Andalucía y de España no demasiado conocidos. Desde Félix nadie se ha ocupado de hacerlo llegar a las nuevas generaciones. Yo creo que es la obligación de quienes nos dedicamos a esto y de la gente responsable de la gestión del medio ambiente. Porque no se puede proteger mejor lo que no se conoce. Esperemos que esto abra un poco el telón de la divulgación a otra escala, porque no es lo mismo ver en pantalla grande cómo se pelean los buitres por una presa, o cómo caza un lince ibérico o cómo es el águila imperial, que no existe en ningún otro lugar del mundo.

¿Hay algún otro hilo conductor?

Filmamos la vida secreta de un montón de animales que van contando la historia, pero hemos cogido como vehículo un zorro, que sale de Cazorla, tiene que superar algunos problemas, y lo seguimos por el curso del río hasta que llega a la desembocadura donde cría a su familia.

¿Cómo se planifica el trabajo con animales que no atienden a citas?

Dentro de nuestro equipo siempre hay un par de personas que van por delante preparando los rodajes, observatorios camuflados con cámaras falsas, que luego se sustituyen por las de verdad. Se prepara alimento para que se acostumbren a acudir a sitios determinados y ahí acabamos pillándoles. Nos cuesta tiempo, pero lo conseguimos.

¿Cuáles han sido las tomas o las criaturas más difíciles?

Las águilas imperiales fueron de los más delicado, porque el lugar clave donde siempre llega un águila es donde se está reproduciendo, sacando adelante a sus pollos. Pero son animales en muy grave peligro de extinción. Por eso nos coordinamos con los técnicos de la Consejería de Medio Ambiente y tanto ello como los guardas sabían lo que hacíamos casi a tiempo real. La grabación tenía que ser muy rápida para no molestarlas. Y lo hicimos con muchísima precaución y mucho mimo. Luego cada animal tiene su técnica de trabajo y los técnicos ayudan mucho, a detectar a los linces, a adaptar un poco a una familia de zorros a nosotros.

¿Habéis empleado técnicas inusuales?

Sí, algunas muy sofisticadas y que se usan sólo en documentales de muy alto nivel, como los de la BBC o National Geographic. Por ejemplo la cámara de ultra alta velocidad capaz de filmar 1.500-2.000 fotogramas por segundo. Con ellas pudimos congelar los disparos de la lengua de los camaleones, a los que no se puede ver cazar insectos a simple vista. No te da tiempo. Además de sistemas de grabación aéreos estabilizados con los que pudimos sobrevolar a los flamencos de Doñana, gracias a un permiso especial.

¿Qué animales son los más inesperados o desconocidos que vais a mostrarnos?

Pues por ejemplo pequeños peces exclusivos del Guadalquivir, los salinetes, que se han descubierto recientemente y sólo viven en este río. Son muy pequeñitos, pero son una joya ecológica. Y veremos a unas larvas de libélulas cazar peces con una fiereza depredadora tremenda. Alien se inspiró en ese animal, porque tiene unas mandíbulas que le salen por debajo y le dan un aspecto alienígena. A mí me habría gustado ser un espectador para dejarme sorprender por esas imágenes.

¿Por qué habéis elegido a Estrella Morente para la narración?

Hemos querido hacer una película con mucha personalidad, que se aleje del documental convencional. Estrella Morente es el Guadalquivir, es Andalucía, tiene el deje y le pone el sentimiento que hay que ponerle propio de aquí, y nosotros queríamos imprimirle el carácter de esta tierra, porque es una maravilla. Aunque sin localismo, porque la película llega al espectador en cualquier parte del mundo. Es un trozo de Andalucía, y una película con carácter andaluz y está bien que narre ella, porque aunque no sea una locutora profesional.

¿La música es específicamente compuesta para la película?

Sí, es una música maravillosa que ha compuesto Pablo Martín Caminero y es específica para la película, está interpretada por orquesta, dirigida por él, grabada en unos estudios magníficos y creemos que es auténtico plato fuerte.

Más de mil fotogramas por segundo

Para captar algunas imágenes tan espectaculares como la de este camaleón cazando a su presa, el equipo tuvo que utilizar técnicas de filmación a velocidad ultrarrápida.

Épica animal

El documental sigue los pasos de un zorro solitario que, tras la muerte de toda su manada, emprende un viaje siguiendo el curso del río.

Vida nocturna

El nuestro es un país de víboras. Aunque la conocida como hocicuda (Vipera latasti) es la menos peligrosa de todas. Su mordedura no es venenosa. Además, casi no se deja ver durante el día, y sale al llegar el crepúsculo para cazar su cena.

Vista de halcón

Es la que posee otro de los protagonistas del filme, el abejaruco (Merops apiaster), un ave capaz de distinguir una abeja a veinte metros de distancia.

Trompetista de pico rojo

El calamón común (Porphyrio porphyrio) es otro inquilino de las marismas. Esta ave emite singulares gruñidos, similares al ruido de una trompeta.

Ermitaña con plumas

La cigüeña negra (Ciconia nigra) es más “tímida” que su prima blanca. Llevada por una misantropía extrema, rehúye el contacto humano. La especie está en peligro en nuestro país, donde solo se han contabilizado algo más de 300 parejas.

Un ave pendenciera

La cigüeña blanca (Ciconia ciconia) es típica de las marismas. Forma colonias de hasta cien ejemplares. La convivencia no siempre es fácil: mientras unas buscan ramas para sus nidos, otras optan por la ley del mínimo esfuerzo y las roban a sus vecinas.

Un final feliz

El hilo conductor de este documental es el viaje que una hembra de zorro emprende hacia la desembocadura del Guadalquivir, para alumbrar a su camada. Aquí la vemos con su cría al final de su periplo.

“Quedamos pocos”

Es el felino más amenazado del mundo, y por eso mismo es la gran superestrella de este filme. Andalucía es uno de los pocos lugares de España donde pervive el lince ibérico (Lynx pardinus). Aunque solo se contabilizan 320 ejemplares.

‘Hide’

Así llaman los documentalistas en Europa a los refugios camuflados en los que esperan horas hasta filmar la escena deseada.

16 meses de vida salvaje

El director y naturalista Joaquín Gutiérrez Acha ha colaborado a lo largo de su trayectoria con National Geographic y la BBC. Para filmar Guadalquivir necesitó dieciséis meses de rodaje en Cazorla y Sierra Morena al frente de un equipo de cinco personas.