La tortuga más antigua

Vivió hace al menos 120 millones de años, es decir, 25 millones de años antes que el ejemplar de Santanachelys gaffneyi que hasta ahora ostentaba el récord de antigüedad entre las tortugas del planeta.

El hallazgo resulta especialmente interesante, porque justo en esa época las especies terrestres y marinas empezaron a tomar caminos evolutivos distintos.

“Por eso este hallazgo es aún más importante, ya que puede contribuir a aclarar la historia genealógica de las tortugas marinas”, opina el primer autor del estudio que describe esta nueva especie, el colombiano Edwin Cadena. El investigador del Instituto Senckenberg de Frankfurt (Alemania) y su colega J. Parham, de la Universidad Estatal de California, la han denominado Desmatochelys padillai sp y la han incluido en el género Chelonioidea.

 © Jorge Blanco

Más grande que tú

El fósil de tortuga más antiguo hallado hasta ahora está casi completo y mide casi dos metros de largo. Sus restos fueron hallados en dos yacimientos cercanos a Villa de Leyva (Colombia) por la aficionada a la paleontología Mary Luz Parra.

En el estudio que ha descrito la nueva especie se han incluido también dos cráneos y dos caparazones más parcialmente conservados.

Foto: Paleo/Bios Cadena

Dialecto de cachalote

 En las sociedades de cachalotes surgen diferentes dialectos a través del aprendizaje cultural, según un estudio que publica la revista Nature Communications. El trabajo sugiere que procesos similares a los que se producen en la formación de las culturas humanas operan en los grupos de estos complejos animales.

 

Científicos de la Universidad de Dalhousie (Canadá) han utilizado datos recopilados durante más de 18 años que caracterizan las interacciones sociales y las vocalizaciones de los cachalotes que viven cerca de las Islas Galápagos (Ecuador), para investigar la forma en la que pueden haber surgido los distintos clanes vocales.

 

Sus resultados indican que lo más probable es que se deba a una preferencia de aprendizaje de las vocalizaciones de otros cetáceos que se comportan de manera similar a ellos mismos.

 

Los autores también barajan otros posibles escenarios, como la herencia genética de las estructuras de llamada o la fijación aleatoria de los tipos de llamadas entre los grupos. Esta información sugiere que el flujo de información dentro de las sociedades de cachalotes puede ser responsable de la aparición de clanes y ayuda a mantener su cohesión.

 

Texto: Agencia SINC

Foto: Mauricio Cantor, Whitehead Lab, Dalhousie University, Canada

 

 

Ranas caníbales

 Aunque la imagen típica de una rana alimentándose implica una mosca atrapada en una larga lengua, parece ser que estos anfibios comen cualquier otro bicho que abarquen con su boca. Incluso otras ranas. Este tipo de canibalismo, conocido como anurafagia , es mucho más frecuente de lo que podríamos pensar, según ha publicado un grupo de investigadores sudafricanos.

 El equipo dirigido por John Measey, de la Universidad Stellenbosch, se dio cuenta de que las ranas con garras, una especie invasora, se estaban zampando sin reservas a otras ranas locales. Intrigados por si esta costumbre era una característica de la colonización de nuevos hábitats, analizaron 335 estudios sobre este tipo de anfibios y comprobaron que, cuando llegaban a un nuevo territorio, las especies incrementaban el canibalismo en un 40% respecto a sus hábitos en su área habitual.

También descubrieron que la inclinación hacia un menú de su misma especie es más pronunciada en los individuos de mayor tamaño y en los que viven en entornos con mayor diversidad de especies “ranunas”.

 Foto: © John Measey