Arriesgado y curioso
Es este gesto de uno de los búhos más pequeños de Norteamérica, el autillo yanqui (Megascops asio). William Kleinfelder lo captó con rapidez y maestría.
Honor al nombre
Al picabueyes piquigualdo (Buphagus africanus) le encantan los parásitos de los grandes mamíferos africanos, ya que se alimenta de ellos. Aaron Baggenstos pilló a este en pleno banquete.
Ritual de cortejo
Judy Lynn Malloch ha logrado transmitir el impresionante despliegue de dos espátulas rosadas (Platalea ajaja). Esas hermosas plumas se pusieron de moda en los abanicos del s. XIX, convirtiendo a esta especie en un codiciado trofeo.
Prefiere los peces, que atrapa como nos ha mostrado Christopher Schlaf. Pero la garza ceniza (Ardea herodias) no tiene remilgos a la hora de elegir menú: engulle sin problema ranas, ratones u otras aves. He ahí el secreto de su amplísimo hábitat.
La suerte de la trucha está echada
El águila pescadora (Pandion haliaetus) avistada en pleno vuelo por Thomas Chadwick llevará a su presa hasta el nido, en un enclave en alto o de difícil acceso para predadores.
Un momento íntimo también es cosa de cuervos (Corvus corax)
Esa fue la sensación de la aficionada Colleen Gara, que esperó paciente mientras los veía aproximarse. Se cree que estos pájaros con fama de mal agüero se emparejan de por vida.
Con plumaje de verano
Este jilguero norteamericano (Spinus tristis) parece beber y refrescarse un momento, ajeno a la cámara de Deborah O’Sullivan. Habitante frecuente de los prados, se tiñe de parduzco al llegar el otoño.