Así planean las cotorras conquistar el planeta…

Las cotorras argentinas pueden construir nidos tan grandes como un coche pequeño. Su éxito reside en los números: rompen el cascarón en 24 días, alcanzan la madurez al año y llegan a vivir una década.

Barcelona es una de las ciudades más afectadas por las cotorras argetinas o monje: tiene alrededor de 5.000 ejemplares. En todo el país hay al menos 20.000.

Un grupo de cotorras de Kramer (Psittacula krameri), ave nativa de la India y el norte de África, sobrevuela un cementerio en Londres.  Se trata de una especie invasora que ya suma más de 8.000 parejas.

Cada camada está compuesta por entre 2 y 5 polluelos que se alimentan de semillas, bayas y frutos. Al ser tan numerosos, roban los recursos de otras aves, que abandonan su hábitat.

Parece que esta cotorra de Kramer no ha matado una mosca en su vida, pero un estudio de la Universidad de Florencia señala que tienen un gran impacto económico, al dañar instalaciones eléctricas y zonas de cultivo y propagar enfermedades.

En toda Europa se han contabilizado unas 65 poblaciones de cotorras Kramer con más de mil individuos cada una. Son consideradas las espacies invasoras más exitosas.

Las cotorras monje (Myiopsitta monachus) toman por asalto el cableado eléctrico de Nueva York, provocando enormes pérdidas de dinero.

En medio de la británica carretera M6, una cotorra de Kramer posa ante las cámaras de vigilancia. Se trata de una hembra, ya que los machos lucen una franja negra y roja en su cuello.

Una teoría afirma que durante la filmación de esta película, en los estudios londinenses Isleworth Studios, se liberaron las primeras cotorras en Europa.

En Kerala, India, una mujer lleva una cesta con cotorras al mercado. Pese a la invasión que sufren Europa y Estados Unidos, la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza señala que en este país el número de animales salvajes ha descendido.