La espectacular Sala Hintze que recibe a los visitantes del Museo de Historia Natural de Londres se volverá a abrir al público el 14 de julio tras una temporada de rediseño. Nuevo aspecto y nuevos inquilinos. Entre ellos dos jirafas, una disecada al natural y otra solo en esqueleto, para que el visitante pueda comparar sus anatomías. El ejemplar con piel y pelo habitaba hasta ahora en la Sala de Mamíferos y su traslado se ha convertido en una aventura en sí mismo.
Una aventura de cuatro meses en la que ha colaborado un nutrido grupo de especialistas. Además de los 4,5 metros de altura, la silueta de la jirafa les ha planteado todo tipo de quebraderos de cabeza a la hora de sortear tanto la arquitectura como las otras piezas del museo. Pero su trabajo, bajo la dirección de Natalie Tacq, ha conseguido llevarla al menos salva a su destino.
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