La espectacular Sala Hintze que recibe a los visitantes del Museo de Historia Natural de Londres se volverá a abrir al público el 14 de julio tras una temporada de rediseño. Nuevo aspecto y nuevos inquilinos. Entre ellos dos jirafas, una disecada al natural y otra solo en esqueleto, para que el visitante pueda comparar sus anatomías. El ejemplar con piel y pelo habitaba hasta ahora en la Sala de Mamíferos y su traslado se ha convertido en una aventura en sí mismo.

Una aventura de cuatro meses en la que ha colaborado un nutrido grupo de especialistas. Además de los 4,5 metros de altura, la silueta de la jirafa les ha planteado todo tipo de quebraderos de cabeza a la hora de sortear tanto la arquitectura como las otras piezas del museo. Pero su trabajo, bajo la dirección de Natalie Tacq, ha conseguido llevarla al menos salva a su destino.

Peinado y maquillaje

Primero, una sesión de acicalado para aspirar el polvo con mucha delicadeza, peinar el pelo con un cepillo suave y retocar los desperfectos de la piel.

© Natural History Museum

Refuerzo y empaquetado

Los expertos en taxidermia comprobaron que la estructura del animal podía soportar el traslado y determinaron los puntos que necesitaban mayor refuerzo.

© Natural History Museum

Andamio a medida

Para el traslado, se diseñó una estructura de madera personalizada. En los distintos giros, el cuerpo del animal sólo debía descansar en los puntos que se habían confirmado como capaces para soportar el peso. Las zonas correspondientes del andamiaje estaban especialmente forradas para amortiguar el roce.

© Natural History Museum

De cabeza a su destino

Tras sacarla de la sala de mamíferos, una grúa la colocó de pie sobre un camión que la llevó a la puerta de entrada del museo. Allí la introdujeron de cabeza en la reformada Sala Hintze, donde se la podrá contemplar a partir del 14 de julio.

© Natural History Museum