Los dientes largos
Retratar animales, como este cocodrilo, y aislarlos de su ambiente es una estrategia muy planificada por Jarque Krebs. “Defino mi estilo como chiaroscuro. Más que ‘pintar’ con luz me gusta ‘esculpir’ con luz figuras vivas”, explica a Quo.
Sus favoritos
“Me gusta elegir aquellos animales en los que nos reconocemos –nos explica Jarque–. Tarde o temprano harán algo que nos parezca ‘humano’. Pero esto no solo lo encuentras en mamíferos. ¡A veces hasta es visible en insectos! Lo principal es tener mucha paciencia y no molestarlos”.
El descubrimiento
”Me enamoré de la fotografía cuando era un niño y llegó a mis manos una antigua Hobiflex.
Era una máquina capaz de atrapar el tiempo”.
No molestar
Jarque Krebs intenta no invadir el espacio de los animales. En condiciones tan mínimas de luz, dentro de la cueva, el animal ha de estar absolutamente quieto.
Retrato de familia
Un pelícano posa sus alas sobre sus crías, como si quisiera protegerlas. “La mayoría de mis fotografías están tomadas en parques naturales o zoológicos”, explica Jarque.
Dejar con la boca abierta
”Muy a menudo me preguntan cómo logré llevar al animal al estudio –añade este fotógrafo–. Para mí ese es el mejor halago,
ya que es algo que rara vez puedo conseguir”.
En fondo negro
Esta imagen de un mandril acariciando la mejilla de otro fue tomada en plena naturaleza.
El fondo negro se agregó en postproducción. Para Jarques “los animales son modelos inagotables. Son tan distintos entre sí, que ofrecen infinitas posibilidades para trabajar las formas,
las luces y las sombras y, sobre todo, las expresiones”.