Aún no tiene nombre, pero es una hembra de tiburón de Groenlandia (Somniosus microcephalus) y con 392 años (década más o menos) ha sido reconocida como el vertebrado más longevo conocido en el planeta, según un estudio publicado en Science.

Su edad está bastante por encima de la que hasta ahora se pensaba que era la criatura vertebrada más vieja de la Tierra, una ballena que habita la misma región: la  ballena de Groenlandia o boreal (Balaena mysticetus), que podía sobrepasar los 200 años de vida.

Para llegar a esta conclusión, un equipo de científicos, liderado por John Steffensen, de la Universidad de Copenhague, pasaron varios años analizando tiburones de Groenlandia muertos, la mayoría de ellos atrapados accidentalmente en redes de arrastre.

El análisis de los huesos no daba información de la edad y por ello recurrieron al carbono 14 y a una bomba. En los años 1950 se realizaron varias pruebas nucleares y las explosiones dejaron altas cantidades de carbono 14 que comenzó a expandirse por los ecosistemas oceánicos a principios de la década de 1960. Eso fue lo que buscó el equipo de Steffensen para determinar la edad de algunos ejemplares: los que tenían una mayor cantidad de carbono 14 habían nacido después de los años 1960.

El equipo usó estos datos como punto de partida para estimar una curva de crecimiento que podría dar la edad de los otros tiburones en función de su tamaño. Para hacer esto, comenzaron con el hecho de que los tiburones de Groenlandia recién nacidos miden 42 centímetros de largo. Y el más viejo o mejor dicho, la más vieja, resultó ser esta hembra que tendría 392 años (con un margen de error de 120 hacia arriba o hacia abajo).

Pero los tiburones de Groenlandia tienen otras particularidades, más allá de su longevidad: crecen apenas un centímetro por año aproximadamente y alcanzan su madurez sexual a los 150 años. Por suerte le quedan al menos 200 para disfrutar de ello.