La pérdida de humedales y las presas hidroeléctricas han provocado que el río Klamath en EEUU se contamine con algas tóxicas que matan la vida acuática y ponen en peligro la vida de la tribu Karuk

El río Klamath, en el estado de Oregón en EEUU, es todo un símbolo para la tribu de indios americanos Karuk. Tanto es así que Karuk significa «río arriba» en el idioma de estas gentes.

Los miembros de esta tribu se bañan, encuentran su comida y celebran ceremonias en las aguas del río desde hace siglos. Pero desde principios del siglo XX, las personas de la tribu que se bañaban en el río tenían erupciones cutáneas, se enfermaban si bebían el agua, o incluso sufrían náuseas y diarreas durante las ceremonias.

La tribu se dio cuenta de que de julio a noviembre las aguas se volvían verdes y en 2004 decidieron investigar por qué. El equipo de calidad del agua de la tribu tomó unas muestras y las enviaron a un laboratorio. La respuesta del consultor de recursos naturales de la tribu, Craig Tucker, fue: «No sabemos de dónde sacaste el agua, pero no la toques». Según la tribu Karuk, los niveles de toxicidad de estas aguas son de los más altos del mundo.

El río Klamath durante el periodo de floración de las algas tóxicas. Fuente: Scientific American

Aguas tóxicas

El problema del río Klamath comenzó en 1906, cuando por una  iniciativa federal, llamada el Proyecto Klamath, se comenzaron a drenar los humedales junto al río para convertirlos en tierras cultivables y  granjas. El fin era repartir esas fértiles tierras entre los veteranos que volvían de la guerra. Pero al desaparecer los humedales, el río sufrió las consecuencias.

Los humedales depuran y filtran deshechos nocivos del agua de los ríos. En sus inicios, los pastos de los humedales junto al río Klamath absorbían minerales, especialmente nitratos y fosfatos, que procedían del suelo volcánico. Cuando los humedales se secaron, estos minerales se acumularon en el río.

Desde 1900 han desaparecido el 64% de los humedales del planeta y desde 1700 se ha perdido el 87%. Fuente: Convenio de Ramsar

Años más tarde, cuando los agricultores de las tierras cercanas comenzaron a utilizar fertilizantes, el problema se agravó, ya que los nitratos que contenían terminaban en el río Klamath. Esta abundancia de nutrientes provocó que las algas proliferaran más rápidamente, algo que se observa siempre que hay vertidos agrícolas sin control.

Tampoco ayudó que en 1918 se construyeran unas presas hidroeléctricas a lo largo del río. Las presas creaban reservas de agua estancada, las condiciones perfectas para que estas algas (cianobacterias) crecieran aún más.

Otra consecuencia es que el salmón del río Klamath, uno de los principales alimentos la tribu Keruk, está desapareciendo. Las presas bloquean el ascenso de los salmones, que viajan desde el océano río arriba para desovar.

Los niveles de toxicidad del río Klamath son de los más altos del mundo

En 2007, la tribu Karuk decidió emprender acciones legales para solucionar el problema del río. Los Karuk ganaron el juicio y la empresa eléctrica propietaria de las presas, PacifiCorp, tendría que realizar mejoras en las instalaciones para cumplir con la Ley Federal de Agua Limpia y poder seguir operando. Pero las reformas tenían un alto coste para la empresa y no eran rentables. PacifiCorp decidió que la mejor opción era destruir las presas.

Se prevé que la destrucción de las cuatro presas tendrá lugar en 2021. El multimillonario Warren Buffet es director ejecutivo y presidente de Berkshire Hathaway, grupo al que pertenece PacifiCorp, así que es de suponer que habrá influido en la decisión. Sin embargo, el problema con las algas tóxicas no desaparecerá tan fácilmente. Las altas temperaturas debido al cambio climático, y los altos niveles de nutrientes en el agua harán que sigan creciendo las algas a no ser se adopten otras medidas como el control de los vertidos y la recuperación de los humedales.

REFERENCIAS

Klamath Basin Project (1906)

Humedales: ¿por qué cuidarlos?

Millones de personas en el mundo beben agua contaminada con arsénico