Llevamos meses viendo miles de pájaros que han comenzado sus migraciones hacia sitios más cálidos. Pero antes de emprender este vuelo, que a menudo es de miles de kilómetros, muchas aves mudan sus brillantes plumas, reemplazándolas con una paleta de colores más tenue.

¿Cuál es la relación entre los cambios de color de las plumas y las migraciones? De acuerdo con un reciente estudio, publicado en Ecology and Evolution, la muda de las plumas es importante no solo porque reemplazar las plumas gastadas es necesario para el vuelo, sino porque es el catalizador de los cambios en el plumaje que determinan si las aves encuentran pareja y se reproducen.

Si bien las distancias de migración varían, muchas especies vuelan miles de kilómetros cada año, persiguiendo el verano. Estos largos viajes tienden a desgastar las plumas. Jared Wolfe, de la Universidad Tecnológica de Michigan y líder del estudio, analizó la relación entre la distancia recorrida y la cantidad de las plumas que se mudaban y descubrió que las aves que iban más lejos son las que  reemplazan más plumas.

Para las aves, como muchos animales, una apariencia física que llame la atención juega un papel crucial para atraer a una pareja. Pero un plumaje espectacular también es pragmático: es un código que señala la edad y la salud, lo que determina quién tiene más posibilidades de aparearse y quién no.

Las experiencias durante los meses de invierno afectan el color de las aves ya que desarrollar plumas de colores llamativos es una actividad físicamente agotadora, y cuanto más fácil lo tiene un pájaro durante el invierno, más brillante es su plumaje durante el verano. Esto hace que la calidad y la disponibilidad de alimentos, los lugares para refugiarse y la seguridad de los depredadores sean componentes importantes a la hora de evaluar un hábitat para pasar el invierno.

Pero entonces, ¿qué pasa con las aves que no migran? “Para estas – explica Wolfe – , la muda es comparable a cambiarse de ropa con regularidad en lugar de cambiar la apariencia para impresionar a alguien. La muda y la reproducción están restringidas por múltiples factores: las estaciones, la abundancia de alimentos y el tamaño del área de distribución juegan un papel importante en el plumaje y el reemplazo de plumas”.

Pero hay un pequeño problema en esta constante. El viaje de las aves produce un peaje en las alas: al cambiar las plumas se crean espacios vacíos que comprometen su capacidad para volar. ¿Cómo solucionan este problema? El equipo de Wolfe descubrió que en estos casos se produce una muda muy lenta.

«Una sola pluma a la vez – concluye Wolfe – con el objetivo de minimizar los huecos, mejorando así su capacidad para volar. Esta adaptación les permite cubrir un gran área y así asegurarse que pueden poblar las zonas más adecuadas en cuanto a alimento y seguridad”.