Las sepias que han participado en un experimento científico, que suele realizarse con niños, han mostrado capacidad para pensar en el futuro  y tomar decisiones en función de lo que más les conviene. 

Pensar en el futuro se encuentra entra las habilidades más singulares de los seres humanos. De ahí que los resultados de este estudio hayan puesto a las sepias en los primeros puestos entre los animales más inteligentes del mundo.

«Puedes comerte un caramelo ahora o esperar unos minutos y tendrás dos caramelos». Esta es la famosa frase de un experimento que suele realizarse con niños. Es una prueba de comportamiento. Los niños más impulsivos eligen comer el caramelo que tienen en la mano, sin embargo, aquellos que tienen más madurez en sus reflexiones, esperan lo que haga falta para duplicar su beneficio. En algunos estudios han mostrado que los niños del segundo grupo suelen tener mejores resultados académicos a lo largo de la vida.

Una prueba similar es la que acaban de realizar con sepias, con camarones, sus particulares golosinas.  En un tanque hay un camarón y en el otro nada. Si entran en el que está vacío, y esperan, caen dos camarones de buen tamaño, aunque tardan un poco en aparecer. En el otro tanque ya hay un camarón, así que sencillamente tienen que entrar y comérselo. Pero es un camarón mucho más pequeño  y, claro, solo van a conseguir uno. La mayoría de las sepias del experimento, después del adiestramiento, esperaron pacientes a que se duplicara su golosina y eligen el estanque vacío a pesar de que en el otro hay un tentador camarón. El experimento puede parecer un juego de niños, pero es muy relevante que un animal aprenda a tomar una decisión en función de la recompensa futura, exige una inteligencia que a priori los científicos no esperaban encontrar. El estudio se ha publicado este mes en la revista Royal Society Open Science

Sepias con gafas: También ven en 3D

Una de las investigaciones más extravagantes de los últimos tiempos buscaba mostrar si las sepias ven en 3D. Había indicios de que sí lo hacían, porque algunos individuos que han perdido un ojo continúan cazando presas en medio de la noche.

Así que lograron colocar gafas tridimensionales a una sepia en un estanque. Este increíble vídeo no es un montaje. Es parte del experimento. Las gafas van pegadas con pegamento y sujetas con velcro.

 

Gracias a la visión 3D o esteroscópica, somos capaces de calcular la distancia que nos separa de las cosas que vemos. El ojo derecho y el izquierdo reciben dos imágenes un poco diferentes entre sí, pero el cerebro se encarga de ajustar ambas. La diferencia  es lo que nos permite nuestra visión esteroscópica. La compartimos con gatos, monos, caballos, búhos y, ahora, con las sepias.

La idea de colocar gafas de 3D a las sepias se inspiró en una investigación previa con  mantis religiosas publicadaen Current Biology . En el estudio  se describe que la visión en 3D de la mantis funciona de manera diferente a todas las formas conocidas de visión biológica en 3D. La fotografía de la mantis es todo un hito de la investigación con insectos. Estas foto, que hay que mirar dos veces para estar seguro de que lo que uno ve es una mantis con gafas 3D, lo demuestra.