Del tamaño de un grano de arroz, las larvas de la Gamba mantis (Gonodactylaceus falcatus), la «Gamba boxeadora», disparan sus brazos como ballestas a 110 kilómetros por hora

La Gamba mantis es reconocida, a día de hoy, como la “medalla de oro” en velocidad de puño. La «gamba boxeadora», cuando golpea a un caracol para romper su caparazón, acelera el puño a unos 10.400 g, o unos 102.000 m/s², el equivalente a la aceleración de una bala calibre 0.22.

Una reciente investigación ha buscado cuándo comienza a desarrollar su habilidad. Y han encontrado que solo una semana después de la eclosión del huevo, las larvas de camarón mantis ya lanzan su puño a velocidad vertiginosa.

Larva de gamba Mantis

Los investigadores capturaron una nidada de huevos de la especie y criaron a las crías durante 28 días para ver cómo se desarrollaba la anatomía de su armamento

Los científicos han observado a través de los exoesqueletos transparentes de las larvas de camarones mantis para ver los mecanismos internos de sus poderosas armas en movimiento. El artículo ha sido publicado en el Journal of Experimental Biology . Los hallazgos están permitiendo a los científicos conocer detalles ocultos de cómo funcionan estos rápidos armamentos.

Los brazos de la Gamba mantis puede realizar aceleraciones de bala para atacar a velocidades de hasta aproximadamente 110 kilómetros por hora. Estas armas actúan como ballestas. Cuando un pestillo mantiene cada brazo en su lugar, los músculos dentro del brazo se contraen, almacenando energía dentro de la bisagra del brazo. Cuando los crustáceos liberan estos pestillos, toda esta energía se descarga a la vez.

El vídeo muestra una larva de Gamba mantis, filmada a 2.000 fotogramas por segundo y reproducida a una velocidad del 3 por ciento, se retrae y bloquea su brazo de ataque para almacenar energía antes de lanzar un golpe.

 

Las simulaciones por computadora predijeron que los armamentos podrían ser capaces de mayores aceleraciones cuanto más pequeños fueran, lo que sugiere que los camarones mantis jóvenes podrían tener armas más rápidas que los adultos.

Las Gamba mantis ( Gonodactylaceus falcatus ) son aproximadamente del tamaño de granos de arroz. Para estudiarlas, las pegaron en palillos de dientes para grabar sus golpes en un vídeo de alta velocidad.

Los investigadores también capturaron una nidada de huevos de la especie y criaron a las crías durante 28 días para ver cómo se desarrollaba la anatomía de su armamento con el tiempo.

Tan solo nueve días después de la eclosión, las larvas comenzaron a atacar rápidamente. Sus golpes volaron a velocidades de aproximadamente 1,4 kilómetros por hora.

A los 11 días de edad ya ha desarrollado un apéndice (doblado debajo del ojo) capaz de golpes ultrarrápidos que antes solo se veían en adultos.

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