Gracias al estudio de la genética de los peces de roca, los seres humanos podríamos vivir más años e incluso prevenir el cáncer

Hay unas 137 especies distintas de peces de roca y, aparentemente, son los vertebrados más longevos que existen, aunque otros tienen vidas muy cortas. Por ejemplo, el Sebastes dallii vive poco más de diez años, mientras que el Sebastes aleutianus puede durar más de 200 años.

En el siguiente vídeo podemos ver algunas especies de peces de roca del Pacífico del género Sebastes, desde las que tienen vidas más cortas hasta las más longevas.

Los biólogos de la Universidad de California, Sree Rohit Raj Kolora y Peter Sudmant, hace unos días publicaron un estudio comparando los genomas de casi dos tercios de las especies conocidas de pez de roca que habitan en las aguas costeras del océano Pacífico.

Todas las especies de peces de roca surgieron hace diez millones de años y están relacionadas entre sí. Fue una de las radiaciones evolutivas más rápidas entre peces. Por eso, los investigadores han querido averiguar cómo es el proceso de envejecimiento a través de sus factores genéticos.

Una vida útil más larga

Los científicos obtuvieron muestras de tejido de 88 especies y secuenciaron sus genomas completos con una técnica de vanguardia conocida como secuenciación Pacbio o SMRT (Single Molecule, Real Time) más rápida y eficaz. Hallaron una gran variedad de genes asociados a una vida útil más larga, aunque algunos de estos genes implican adaptaciones para vivir a mayor profundidad y hacerse más grandes. El tamaño está relacionado con la longevidad de los animales. Entre los mamíferos, por ejemplo, los elefantes viven más que las ratas.

También destacaron las ventajas y desventajas de una vida útil prolongada, entre ellas, el que las poblaciones son más pequeñas cuanto más tiempo vive el animal. Algo que también se observa en los mamíferos, con ratas de vida corta que superan ampliamente en número a los elefantes de vida larga.

Las adaptaciones genéticas muestran que las estrategias que mejoran la reparación del ADN y controlan la inflamación pueden prolongar tanto nuestra vida útil como la salud. Por eso, aunque los humanos vivamos más que la mayoría de los vertebrados, los peces de roca pueden ayudarnos a tener una vida aún más larga.

Sudmant y sus compañeros vieron que las especies que viven más tiempo tenían más genes inmunomoduladores que las especies de vida más corta, en particular un grupo llamado butirofilinas.

Debido a que el sistema inmunitario participa en la regulación de la inflamación, y el aumento de la inflamación se ha relacionado con el envejecimiento humano, los hallazgos apuntan a genes que podrían ser útiles para retrasar los daños relacionados con la edad.

Sudmant dijo que pueden explicar el 60% de la variación en la esperanza de vida con solo observar el tamaño en la madurez y la profundidad a la que vive un pez. Por lo tanto, es posible predecir la vida útil con una precisión muy alta solo a partir de estos factores.

Puede prevenir el cáncer

La variación asociada a la longevidad involucró, principalmente, tres tipos de genes:

  • Un enriquecimiento en el número de genes para reparar el ADN.
  • Variaciones en muchos genes que regulan la insulina, que se sabe desde hace mucho tiempo que influyen en la vida útil.
  • Un enriquecimiento de genes que modulan el sistema inmunológico.

El informe indicó que los peces de roca de vida más larga tenían más genes asociados con la reparación del ADN dañado haciéndolos menos susceptibles a padecer cáncer que sus parientes de vida más corta. Por lo que sería una buena noticia, ya que más genes de reparación del ADN ayudarían a prevenir el cáncer a los seres humanos.

REFERENCIA

Origins and evolution of extreme life span in Pacific Ocean rockfishes