El presidente del gobierno, Pedro Sánchez, acaba de visitar cinco países europeos en seis días. Si comparamos su desplazamiento con las gacelas nómadas siberianas, ¿quién recorre más kilómetros?

Pedro Sánchez vs. la gacela siberiana

Se abren apuestas antes de continuar leyendo. ¿Quién recorre más kilómetros, un presidente del gobierno o un gacela siberiana nómada?

Por un lado tenemos al presidente Pedro Sánchez, en busca de apoyos europeos para cambiar el modo en que se define la factura energética. Acaba de emprender un viaje maratoniano que le ha llevada a visitar cinco países europeos en seis días, con Madrid como punto de salida y regreso.

En el lado de la naturaleza, tenemos una gacela siberiana muy particular. Recientemente, investigadores de la Sociedad de Conservación de la Vida Silvestre de Mongolia, analizaron los datos sobre el movimiento de una gacela hembra. Durante un período de cinco años, el equipo pudo rastrear sus movimientos nómadas por medio de un collar GPS alimentado con luz solar.

¿Y bien, de cuántos kilómetros hablamos?

El viaje del presidente Pedro Sánchez del 17 al 22 de marzo

  • Madrid-Bratislava 2.451 km
  • Bratislava-Bucarest   1.049 km
  • Bucarest-Roma   1.878 km
  • Roma Berlín  1.182 km
  • Berlín Dublín  1.317 km
  • Dublín Madrid 1.450 km

Total: 9.327 kilómetros en seis días.

La distancia total derivada de los datos de ubicación GPS por hora muestra que la gacela recorrió más de 18 000 kilómetros, ¡aproximadamente la mitad de la circunferencia de la tierra en el ecuador! Eso sí, en cinco años.

Una conclusión rápida daría la medalla de oro a la gacela. Sin embargo, mirando el maratón con perspectiva, el presidente Pedro Sánchez llevaba 177 días en el cargo y ya había recorrido unos 107.000 kilómetros, casi tres vueltas al mundo si se cuentan los 40.000 kilómetros de circunferencia del ecuador. Así que el presidente gana, o ¿no?

La gacela recorrió Mongolia, Rusia y la frontera con China

La gacela de Mongolia (Procapra gutturosa) con el collar GPS que permitió seguir sus movimientos durante cinco años. Photo: Senckenberg/Dejid

La gacela de Mongolia (Procapra gutturosa) con el collar GPS que permitió seguir sus movimientos durante cinco años. Photo: Senckenberg/Dejid

Un presidente de gobierno viaja en avión, y no suele vadear ríos ni montañas.

El viaje del animal atravesó el este de Mongolia de norte a sur varias veces. La gacela con frecuencia se aventuraba cientos de kilómetros en regiones desconocidas. Durante su viaje, visitó muchas áreas solo una vez, pero otras áreas varias veces de manera irregular e impredecible.

El primer año fue relativamente tranquilo. El animal permaneció principalmente en la misma zona donde los investigadores le habían puesto el collar. Luego, en noviembre de 2015, la gacela comenzó su viaje hacia el norte, inicialmente sin razón aparente. Atravesó dos grandes ríos helados hasta que, tras un recorrido de unos 900 kilómetros, llegó a territorio libre de nieve cerca de la frontera rusa.

Dio a luz una cría durante el verano

La primavera siguiente, la gacela regresó al sur, donde encontró algunas dificultades al cruzar los ríos Ulz y Kherlen, ahora embravecidos. En el camino hacia el sur, la gacela no volvió sobre su ruta original, ni se detuvo en la latitud de donde vino. En cambio, el animal se tomó un breve descanso en una reserva natural para dar a luz a una cría durante el verano.

Luego continuó su viaje hacia el sur hasta que finalmente llegó a una sección de la valla fronteriza con China en diciembre de 2016. En lugar de regresar a las zonas de invernada anteriores en el norte, la gacela hembra pasó el invierno en el sur, a 440 kilómetros del año anterior.

En la primavera de 2017, inicialmente se mudó al norte. “Luego, para nuestra sorpresa, visitó exactamente el mismo lugar donde la atrapamos por primera vez tres años antes, e incluso en la misma época del año”, informa Müller, y continúa: “En la primavera de 2018, se mudó al sur nuevamente. y regresó a la misma región donde pasó el verano de 2017. Allí permaneció hasta el otoño de 2018, cuando nuevamente se aventuró en territorio desconocido. Esta vez, recorrió 90 kilómetros a lo largo de la valla fronteriza con China y completó un circuito de más de 400 kilómetros en la parte sur de la estepa antes de regresar finalmente en enero de 2019 a las zonas de invernada que había utilizado dos años antes.

Posteriormente, nuestra gacela fue relativamente sedentaria y permaneció en la misma zona durante casi un año, hasta que el GPS transmitió su muerte en agosto de 2019.

El collar de la gacela se encontró en la yurta de un pastor que informó que la gacela aparentemente había muerto a causa de una infestación de gusanos en la cadera.

Sin fronteras en la naturaleza

El estudio del viaje de varios años de la gacela destaca la importancia de preservar los paisajes abiertos para los ungulados nómadas. Esto permite que los animales encuentren recursos alimenticios y escapen de los eventos extremos locales.

“Por ejemplo, las regiones montañosas que brindan áreas libres de nieve son esenciales para la supervivencia de las gacelas, al menos en algunos inviernos. A su vez, esto demuestra que no debería haber barreras infranqueables que separen las regiones norte y sur de la estepa oriental”, añade Müller como conclusión, y ofrece una perspectiva: “Se necesitan más estudios a largo plazo para comprender mejor los mecanismos de navegación, comunicación grupal, y los refugios de estos animales para brindarles una protección confiable”.