Una investigación de ocho años revela la necesidad de utilizar metodologías que ofrezcan datos fiables sobre la población de la especie, que sigue amenazada

Una investigación del Museo Nacional de Ciencias Naturales de Madrid (MNCN) ha descubierto que hay menos lobos ibéricos de los que se pensaba. ¿El motivo? Los métodos de seguimiento de la población utilizados han sido poco fiables e insuficientes.

El seguimiento de los lobos ibéricos

Desde septiembre de 2021 el lobo está protegido y se prohíbe su caza en toda España. Esta medida llegó en contra de las protestas de numerosos ganaderos que negaban (aún lo hacen) que el lobo esté amenazado, afirmando que es esta especie la que amenaza su medio de vida rural, centrado en el pastoreo y el ganado extensivo. Estas quejas hacen pensar que las poblaciones de lobos crecen a buen ritmo, pero la realidad es otra.

Durante ocho años, entre 2010 y 2018, los investigadores del MNCN —en colaboración con El Observatorio del Estado de Conservación del Lobo y el Servicio de Cálculo Científico del CSIC— monitorizaron la población de lobos ibéricos (Canis lupus signatus) del Sistema Central de la península ibérica.

Los datos recogidos demuestran que muy pocas manadas tienen una actividad reproductiva regular que les permita, a largo plazo, generar descendencia y expandirse a otros territorios. Las conclusiones que ofrecen otros autores sobre el estado de la especie son demasiado optimistas y poco realistas.

machos lobo ibérico

Dos machos con pelaje de invierno. Imágenes capturadas con cámaras de fototrampeo. / El Observatorio del Estado de Conservación del Lobo.

Así lo confirma Victoria González, investigadora del MNCN: “Una evaluación de la población de dos años, que es el tiempo de trabajo que se suele dedicar, no puede sustituir a un estudio de la dinámica de la población, que requiere un seguimiento de 10 a 15 años como mínimo. Con las evaluaciones actuales no se puede determinar, sin un margen de error significativo, si la población está aumentando, disminuyendo o es estable”.

Para este estudio, publicado en la revista Hystrix the Italian Journal of Mammalogy, se emplearon técnicas de muestreo no invasivas: detección de señales de marcas de lobo en las rutas de muestreo, detección de excrementos para delimitar los territorios de las manadas, y colocación de cámaras de fototrampeo para obtener información sobre el tamaño de dichas manadas.

Muestreos más precisos para proteger al lobo ibérico

Las conclusiones obtenidas son preocupantes porque revelan que la población de lobo ibérico muestra síntomas de estancamiento y declive generalizado, en una zona en que la especie tiene la máxima categoría de protección otorgada por la Unión Europea.

“Según los resultados de nuestra investigación, las manadas distribuidas en el Sistema Central deben tener al menos cuatro individuos para asegurar la reproducción. Pero esto es poco frecuente, porque hemos visto que el tamaño medio de las manadas era de 3,5 lobos”, expone Fernando Palacios, investigador del CSIC que lleva décadas estudiando la situación de la especie en la península ibérica.

Las manadas deben tener al menos cuatro individuos para asegurar la reproducción, pero hemos visto que el tamaño medio era de 3,5 lobos

“Esta tendencia hacia tamaños de manada pequeños influye de forma negativa en las tasas de reproducción del lobo e indica que su estado de conservación en la zona es desfavorable”, añade Palacios. Entre las causas de este declive, el investigador señala el aumento de mortalidad debido a la interferencia humana, ya sea intencionada por caza furtiva, o accidental por atropellos.

Los autores piden un mayor esfuerzo de muestreo. Esto evitará caer en estimaciones erróneas que comprometan su viabilidad y ayudará a la toma de decisiones adecuadas para proteger la especie. “Las decisiones sobre la explotación de sus poblaciones solo pueden tomarse evaluando el estado de conservación, una información imprescindible que no se conoce. Por eso, nuestro trabajo propone una metodología de seguimiento más precisa para obtener resultados fiables sobre la especie, de cara a establecer la gestión de sus poblaciones y crear estrategias de protección”, declara Abraham Prieto, también autor del estudio.

El regreso del lobo al Sistema Central

El lobo es uno de los grandes carnívoros de los ecosistemas europeos. Tiene un papel fundamental como regulador natural de otras poblaciones más propensas a dispararse como ciervos, corzos o jabalís.

Pero en España, la especie fue extirpada del Sistema Central en 1976. Tres décadas después, en 2006, regresó y recolonizó la región, al sur del río Duero. Además de convertirse en objeto del estudio español, hoy día representa la población más suroccidental del área de distribución de la especie en Europa.

REFERENCIA

Field work effort to evaluate biological parameters of interest for decision-making on the wolf (Canis lupus)

Fuente: MNCN