Un equipo de investigadores de la Universidad de Toronto ha diseñado una solución para reducir la cantidad de microfibras de plástico que se desprenden al lavar tejidos sintéticos

En un mundo inundado por la moda rápida, que produce un gran volumen de ropa barata a un coste inmenso para el medio ambiente, más de dos tercios de la ropa se fabrica ahora con tejidos sintéticos, como el nailon, el poliéster, el acrílico y el rayón.

Cuando las prendas de tejidos sintéticos se meten en la lavadora, la fricción provocada por los ciclos de limpieza produce pequeños desgarros que hacen que las fibras microplásticas de menos de 500 micrómetros de longitud se desprendan y se abran paso por los desagües de la lavandería para entrar en los cursos de agua, donde las partículas pueden ser difíciles de eliminar y tardar décadas o más en descomponerse por completo.

Los investigadores de la Universidad de Toronto han descubierto un recubrimiento de polímero orgánico a base de silicio que se encuentra el suavizante del pelo. Se trata de un recubrimiento bicapa a base de polidimetilsiloxano (PDMS), que son cadenas lineales de un solo polímero que crecen a partir de un sustrato para formar una capa superficial a nanoescala.

En sus experimentos, los investigadores demostraron que este recubrimiento puede reducir significativamente el desprendimiento de microfibras de la ropa de nailon tras repetidos lavados, según los resultados publicados en Nature Sustainability.

El recubrimiento se había empleado en otras superficies, como vidrio y metales, y tiene una fricción muy baja, por eso el PDMS se utiliza en champús y suavizantes para que el pelo brille y se desenrede, y también como aditivo alimentario en aceites para evitar que los líquidos hagan espuma al embotellarse.

Uno de los mayores retos a los que se enfrentaron los investigadores durante su estudio fue conseguir que el PDMS permaneciera en el tejido. Junto con técnicas empleadas en el teñido de la ropa consiguieron reducir el desprendimiento de microfibras en más de un 90% tras nueve lavados.

El recubrimiento de PDMS es respetuoso con el medio ambiente porque no procede del petróleo.

fibras tratadas

Imágenes tomadas con un microscopio electrónico de barrido, de tejidos de nailon sin recubrir (arriba a la izquierda y a la derecha) y recubiertos (abajo a la izquierda y a la derecha) después de nueve ciclos de lavado (Universidad de Toronto).

Dado que el PDMS es un material hidrófobo, es decir, que repele el agua por naturaleza, los investigadores están trabajando para que el revestimiento sea hidrófilo, y que así los tejidos recubiertos puedan absorber mejor el sudor. El equipo también ha ampliado la investigación para ir más allá de los tejidos de nailon, incluyendo el poliéster y las mezclas de tejidos sintéticos.

Los gobiernos de todo el mundo han estado buscando formas de minimizar los residuos que se producen al lavar tejidos sintéticos, ya que pueden acumularse en océanos, lagos y ríos, amenazando la vida marina y entrando en la cadena alimentaria humana por su presencia en los alimentos y el agua del grifo. Un ejemplo son los filtros de lavadora, que han surgido como una de las principales soluciones para impedir que las fibras microplásticas entren en los cursos de agua.

REFERENCIA

Polydimethylsiloxane-coated textiles with minimized microplastic pollution

Fuente: Universidad de Toronto