Recibir una renta básica del estado no significaría necesariamente que la gente trabajara menos, según un estudio de la Universidad de Leiden en Holanda

La idea de una renta básica universal, un ingreso que los estados proporcionan a los ciudadanos incondicionalmente, está surgiendo con fuerza con varios experimentos en distintos países del mundo que están teniendo excelentes resultados.

Los investigadores de Universidad de Leiden han realizado una serie de experimentos en los que confirman que recibir una renta básica no afecta a la voluntad de trabajar de las personas. También encontraron indicios de que las personas con una renta básica tienen más posibilidades de encontrar un trabajo que les convenga más.

En la investigación participaron la psicóloga cognitiva Fenna Poletiek, el psicólogo social Erik de Kwaadsteniet y el psicólogo cognitivo Bastiaan Vuyk. Simularon una estructura de recompensa con diferentes formas de seguridad social, para lo cual pusieron a los participantes a trabajar en una tarea en un ordenador.

En varias rondas, que representaban los meses que tenían que trabajar, los participantes completaban una tarea especialmente aburrida en la que tenían que poner puntos en una barra. Cuantos más hicieran, más dinero ganaban.

Los psicólogos investigaron tres condiciones diferentes: sin seguridad social, con un sistema de prestaciones condicionadas y con una renta básica incondicional:

  • Condición sin seguridad social, los participantes en la prueba no recibían una renta básica.
  • Condición con prestaciones, recibían una renta básica, que perdían en cuanto empezaban a trabajar.
  • Condición con renta básica, recibían la misma cantidad básica, pero seguían cobrando al empezar a trabajar.

Los resultados confirman lo que se ha comprobado en experimentos anteriores. La renta básica no provocó una reducción de la disposición al trabajo y el esfuerzo de los participantes, y tampoco aumentaron sus expectativas salariales.

En el debate sobre la renta básica, «a veces se dice que la gente se quedará sin hacer nada si se le da dinero gratis», dice Poletiek, que no vio indicios de ese efecto en el comportamiento de los participantes.

Por qué no funcionan las prestaciones condicionadas

El sistema de prestaciones condicionadas sí ha demostrado tener un efecto negativo en el comportamiento y los esfuerzos de búsqueda de empleo. Perder las prestaciones al empezar a trabajar es desmotivador, según confirman los experimentos.

Este fenómeno se conoce como «la trampa de las prestaciones». La aceptación de un trabajo remunerado supone una reducción o pérdida de las prestaciones. La situación es potencialmente mejor, pero también incierta en el futuro. Para evitar este riesgo e incertidumbre, la gente no busca trabajo. Pero esta incertidumbre no existe si se mantienen las prestaciones, lo que anima a estas personas a buscar trabajo.

Estudios anteriores han encontrado que las mujeres tendían a trabajar menos cuando recibían una renta básica. Sin embargo este efecto no ha aparecido en la nueva investigación. Según los investigadores, «no tiene nada que ver con las ganas de trabajar de las mujeres». Los científicos lo explican porque, en general, las mujeres ganan menos que los hombres y asumen la mayor parte de las responsabilidades de cuidado en la familia. Esto hace que cuando reciben una renta básica es más probable que elijan estas funciones de cuidado en lugar del trabajo.

Elegir el trabajo en lugar de conformarse

Los psicólogos también encontraron indicios de que las personas con una renta básica tienden a buscar un trabajo que se adapte más a sus actitudes personales, motivación y capacidades, en lugar de conformarse con un trabajo sencillo con tal de ganar algo. La ambición y la actitud  personal hacia el trabajo resultó ser un factor más determinante del tipo de trabajo que aceptaron los participantes en el sistema de renta básica que en los otros dos sistemas. Según Poletiek,  «así se conseguiría una mejor adecuación entre empleador y empleado. Eso también sería una ventaja para los empresarios».

REFERENCIA

Basic income would not reduce people’s willingness to work