La ansiedad afecta a la capacidad cognitiva y solo 20 minutos de ejercicio bastan para mejorar, aunque también mejora en personas sanas

La ansiedad es una parte de la vida y todos la sufrimos de vez en cuando, sea por problemas en el trabajo, antes de un examen o al tomar una decisión importante. Pero un trastorno de ansiedad es algo más. Para las personas que lo sufren, la ansiedad no desaparece y puede empeorar con el tiempo. El trastorno de ansiedad afecta a las capacidades cognitivas y puede interferir en el rendimiento laboral, las tareas escolares y las relaciones personales.

Una de las formas más efectivas de mejorar los síntomas de la ansiedad es el ejercicio. Un nuevo estudio publicado en el International Journal of Psychophysiology ha comprobado que 20 minutos de ejercicio en una cinta de correr mejoran el control inhibitorio, la atención y el control de la acción, tres medidas de la capacidad cognitiva. Lo importante es que esto funciona tanto en individuos ansiosos como no ansiosos.

La ansiedad interfiere con la cognición porque implica una preocupación y una aprensión constantes. Estos pensamientos evitan que dediquemos atención a otras cosas, nos fijemos en lo que estamos haciendo o seamos capaces de dar respuestas adecuadas a lo que nos rodea.

El test de Eriksen

Dado que la ansiedad tiende a afectar más a las mujeres, los investigadores reclutaron una muestra de 70 mujeres en edad universitaria para participar en el estudio. La muestra incluía a 37 mujeres que cumplían el límite de ansiedad generalizada (grupo de ansiedad alta) y 33 mujeres que estaban por debajo del límite (grupo de ansiedad baja).

Durante una de las pruebas, las participantes tenían que completar la tarea de flanqueo de Eriksen. Esta es una prueba bien conocida de atención y control en la que las personas tienen que distinguir entre una respuesta correcta flanqueada de respuestas incorrectas, o al revés. Es una medida de la capacidad para no hacer caso a los estímulos irrelevantes.

Ejemplo de un test de flanqueo de Eriksen

Las participantes hicieron este test antes y después de 20 minutos de ejercicio moderado en una cinta de correr. En la segunda sesión hicieron el mismo test después de estar sentadas 20 minutos. Durante la tarea, se registró la actividad electroencefalográfica y se midieron las respuestas neuronales para dar una medida de la atención. Para evaluar el control de la acción se midió la amplitud de la negatividad relacionada con el error (ERN), una señal eléctrica cerebral que tiene lugar después de que una persona cometa un error de comportamiento.

Todo el mundo gana puntos después de correr

Tanto las participantes con un nivel alto de ansiedad como los que tenían un nivel bajo de ansiedad obtuvieron mejores resultados en la tarea de flanqueo después de haber hecho ejercicio durante 20 minutos. Los tiempos de reacción fueron más rápidos y las respuestas más precisas durante la tarea, lo que sugiere una mejora del control inhibitorio. Sin embargo, el rendimiento de los participantes no mejoró tras los 20 minutos de estar sentados.

También se observó un aumento de la amplitud del ERN, la respuesta a los errores, después de la actividad física, pero no después de estar sentadas. Esto sugiere que el ejercicio mejora la monitorización de la acción. También se registró una mayor capacidad de atención, aunque el ejercicio no consiguió «suprimir completamente» los pensamientos ansiosos.

Los resultados sugieren que el ejercicio mejora las capacidades cognitivas tanto para las personas ansiosas como para las no ansiosas. De todos modos se necesitarán más investigaciones para explorar qué intensidad duración y tipo de ejercicio tiene mejor resultado.

REFERENCIAS

The effect of acute exercise for reducing cognitive alterations associated with individuals high in anxiety