Por Jordi Ojeda, jurado de ROS Film Festival

Rick Sánchez: “-¡Golpetrón se ha rebelado!”

Hablar de la serie “Rick and Morty” es hablar probablemente de la animación más irreverente y original de la actualidad, desde que empezó su andadura en diciembre de 2013. Dirigida a un público adulto (está producida por el canal de televisión por cable Adult Swim), cada episodio está construido con numerosas influencias de películas, series y personajes… y también con referencias a la realidad, con homenajes a personajes históricos o parodias de famosos, eventos y entidades.

Como ocurre en “Regreso al futuro”, de los que aprovecha los nombres de los protagonistas (y nada más, en este caso, en la serie, Rick Sánchez es el abuelo del adolescente Morty que reaparece veinte años después de no saberse nada de él), Rick es un científico-tecnólogo capaz de inventar cualquier tipo de artefacto: desde máquinas para viajar en el tiempo hasta puertas dimensionales o todo tipo de armas… y de robots.

La amenaza del robot Golpetrón

En One Crew Over The Crewcoo’s Morty (el episodio T04E03 emitido el 24 de noviembre de 2019), con guión de Caitie Delaney y dirigido por Bryan Newton, la pareja aventurera se deberá enfrentar a la amenaza de su robot Golpetrón, creado para ayudarles a perpetrar un golpe a un equipo rival (claramente inspirado en la saga Ocean’s, con reminiscencias a la vez en la película que recuerda en su título: Alguien voló sobre el nido del cuco). Golpetrón está tan bien diseñado para realizar atracos que es capaz de engañar a su propio creador, rebelándose para convertirse en un ladrón… de planetas… qué mejor tesoro, ¿no?

Los giros, dobles giros y triples giros tienen su cénit en una de sus escenas finales, donde Rick le hace ver al robot que en realidad ya le había programado para que actuara de esta manera para intentar convencerlo para que devuelva a la Tierra a su lugar en el sistema solar, mientras que Golpetrón le informa que en realidad fue él que le indujo ese recuerdo gracias a los nanorobots que le inoculó en su cerebro en el pasado. El bucle en el que entran los dos se soluciona con la inspiración de una de las frases más conocidas de las películas de ciencia ficción sobre inteligencia artificial, la mítica Juegos de guerra, dirigida por John Badham en 1983, cuando Golpetrón exclama justo antes de explotar: “Al parecer, el único golpe perfecto es el que nunca se ha escrito”.

Como ven, las referencias son numerosas, pero destaca al inicio del episodio el encuentro con un unicornio de origami, probablemente preparando al espectador para dudar si el resto de personajes serán humanos, robots… o replicantes, como en Blade Runner. De hecho veremos como uno de los personajes invitados, la ladrona y cíborg Angie Flint, tiene la habilidad de convertir sus manos en utensilios capaces de salvar cualquier obstáculo en sus robos. Aunque parezca una serie especialmente diseñada para complacer a los aficionados al fantástico, no es nada benevolente con este perfil. En este mismo episodio realiza una parodia atroz de lo que podría ser una ComiCon (una convención comiquera con participación de cine, televisión y videojuegos, entre otras disciplinas). También se burla de la plataforma Netflix (en la actualidad es HBO quien dispone de los derechos de todas las temporadas), a la que describe como una meta muy accesible puesto que los directivos (a los que vemos reunidos con Morty) aceptan aparentemente cualquier guion que se le planteen… Autoparodia sana del medio (en esta anécdota entre competidores directos), expresada de diferentes formas, como cuando podemos escuchar al propio Elon Musk doblándose a sí mismo como Elon Tusk, personaje de una dimensión paralela, donde ha desarrollado unos colmillos gigantes en su rostro, y con un comportamiento errático.

El último giro del episodio no lo citaremos por si todavía no lo han visto, en el que también destaca la filosofía que impregna la serie en su conjunto (en numerosas ocasiones hace referencia a la búsqueda de la identidad, en especial cuando aparecen robots y clones),… y la psicología, aunque en esta ocasión sea para manipular a un adolescente para que renuncie a su sueño… de ser guionista de series de televisión (o, peor aún, un guionista de series de Netflix).

Pero, los que estén más atentos descubrirán al final del episodio un homenaje a la memoria de Maya Angelou (1928-2014), escritora, poeta, cantante y activista por los derechos civiles estadounidense. Especialmente conocida por sus siete autobiografías, donde denunció la segregación racial sufrida en primera persona. Participó en el Movimiento por los Derechos Civiles y colaboró con Martin Luther King, Jr. y Malcolm X.

En el episodio aparece de forma fugaz el dios griego Hefesto, el herrero divino del Olimpo donde fabricaba armas, escudos y otros objetos (en su taller, Prometeo robó el fuego para entregárselo a los hombres). Hefesto es el dios del fuego y la forja, protector de los herreros, los artesanos, los escultores, los metales y la metalurgia… no queda explícito pero parece que la guionista Caitie Delaney nos quisiera alertar de que los seres artificiales también tienen derechos civiles… ¿no os parece?

Jordi Ojeda es divulgador de la ciencia y la tecnología utilizando los cómics, la literatura de ciencia ficción y el cine fantástico como instrumento pedagógico. Es autor del libro “Robots de cine. De María a Alita”.