No necesariamente; muchas veces no es más que un rasgo anatómico sin más. Cuando el globo ocular sobresale de la órbita se le llama ‘exoftalmos’, lo que además de ser un problema estético, también es un signo de alarma para acudir al oftalmólogo, porque tras esto pueden esconderse patologías graves como la orbitopatía tiroidea o determinados tumores orbitarios. Cuando aparece inopinadamente, los médicos exploran la posibilidad más frecuente: que exista hipertiroidismo (especialmente cuando lo causa la enfermedad de Graves).

Según la endocrinóloga Amparo Calleja, de la Clínica de Navarra, hay un exceso de “unas sustancias llamadas glucosaminoglicanos, que se acumulan en los músculos adyacentes al ojo y en la grasa que hay detrás; los glucosaminoglicanos tienen gran capacidad para retener agua, y producen el aumento del tamaño de esos músculos y del tejido que hay dentro de la órbita”.

La orbitopatía tiroidea afecta al 50 % de las personas con hipertiroidismo, comenta el director del departamento de Oculoplástica del Instituto de Microcirugía Ocular (IMO), el doctor Ramón Medel.

El doctor explica que se necesita una intervención muy compleja para esta enfermedad. Dado que la órbita del ojo es una cavidad rígida, el tratamiento de esta patología inflamatoria pasa por ganar el espacio que se pierde con el engrosamiento de la grasa orbitaria y de los músculos que rodean el ojo. A esta operación se le llama descompresión orbitaria, y se realiza mediante la apertura de las paredes del hueso.

Esta enfermedad, provoca exoftalmos, estrabismo, retracción palpebral y puede dañar la córnea y el nervio óptico e incluso llegar a causar ceguera irreversible.

Los especialistas recomiendan que, ante la duda, hay que actuar de forma rápida haciendo un diagnóstico y si es necesario, poniendo un tratamiento porque, aunque los tumores orbitarios no son directamente visibles, suelen manifestarse como exoftalmos.

«Hemos de ser conscientes de que, en el caso de que el tumor sea maligno, el tiempo puede ser crucial para salvar el ojo, la visión e, incluso, la vida del paciente», enfatiza el doctor Medel.

Redacción QUO