No pueden ser malas, porque Sanidad las permite. Su composición incluye sales, hidratos de carbono y aminoácidos esenciales para generar proteínas. Ayudan a compensar déficits ocasionales de tales elementos, pero es dudoso su beneficio si nuestra dieta ya aporta este sustento.

Son una fuente adicional de nutrientes, pero no pueden, ni deben, sustituir una alimentación equilibrada ni la ingestión de agua (pura y clara). Sí parecen ser malas compañeras de las bebidas alcohólicas.

Pedro J. Cañones
Secretario Gral. de la Sociedad de Medicina General

Enviada por Javier Galán, Bergondo (A Coruña)

Redacción QUO