Nuestros intestinos están internamente cubiertos de células epiteliales especializadas que producen moco y hormonas al tiempo que mantienen bacterias y toxinas alejadas. Si el contacto de estas toxinas con las células se vuelve demasiado cercano, estas últimas mutan y forman células cancerosas. Para impedir que esto suceda, nuestro intestino delgado regenera la capa de moco cada dos a cinco días, y nuestro intestino grueso lo hace en unas tres semanas.
El gen CDX2 es el encargado de “avisarles” a las células que se encuentran en el tejido epitelial del intestino, lo que permite que la célula desempeñe su función correctamente. Jesper Troelsen del Departamento de Ciencias de la salud de la Universidad de Copenhague fue quien, hace dos años, descubrió la función de este gen: la identificación. El CDX2 controla cerca de 600 genes gobernando, de este modo, la forma en la que trabajan las células epiteliales. Este descubrimiento fue publicado en la revista Journal of Biological Chemistry.
“Entre estos 600 genes hemos encontrado cinco que se podrían llamar anti-cáncer. – señala Troeslen – Hemos estudiado el cáncer de colon en sus etapas iniciales y observamos que antes que las células cancerosas comiencen a invadir el tejido exterior del colon, desactivan el gen CDX2, impidiendo que desarrolle su función de identificación celular. Actualmente estamos investigando las propiedades de este gen para impedir el cáncer de colon y encontrar un modo de reactivarlo”.
Juan Scaliter