Igualito que en El nombre de la rosa. ¿Recordais que los monjes de la abadía medieval morían envenenados por culpa de una sustancia ponzoñosa que impregnaba las páginas de un manuscrito maldito? Pues bien, parece que la ficción de Umberto Eco encerraba un fondo de realidad.
Un grupo de forenses ha estudiado los restos de los religiosos medievales que habitaron la abadía. cisterciense de Om , y han descubierto mercurio en ellos. Para los investigadores, algunos de estos monjes murieron por enfermedades provocadas por esta sustancia tóxica. Los frailes tenían un contacto frecuente con el mercurio, sustancia que utilizaban para fabricar la tinta roja que empleban luego para copiar los manuscritos de su biblioteca.
Vicente Fernández López