Las dietasyo-yo son un fenómeno conocido por sus efectos a corto plazo: sirven para perder peso en poco tiempo pero luego se recupera con la misma rapidez al poco de haberlas terminado. Ahora, una investigación publicada en The Journal of Neuroscience, señala las consecuencias a largo plazo de estas dietas “milagro”: más estrés, comportamientos depresivos y alteraciones genéticas.
Los responsables del estudio, un equipo de la Universidad de Pennsylvania dirigido por Tracy Bale, examinaron el comportamiento de los niveles hormonales en ratones puestos a dieta. Después de tres semanas con una reducción de calorías, los ratones perdieron entre el 10 y el 15% de su peso corporal, de forma similar a los humanos.
El equipo de Bale comprobó que los ratones habían incrementado en sus niveles de la hormona corticosterona, relacionada con el estrés, y desarrollaron comportamientos depresivos. Los autores también han descubierto que varios genes importantes en la regulación del estrés y el hambre habían cambiado, un efecto conocido como epigenética. Aunque los ratones volvían a su peso normal, los cambios continuaban.
Los autores sugieren que los futuros tratamientos para el peso deberían centrarse en medicamentos que se fijen en estas moléculas relacionadas con el estrés. Asimismo, creen que el control del estrés durante una dieta podría ser clave para lograr el objetivo de la disminución de peso.
Redacción QUO