Los alérgicos van a pasar una primavera de calvario. La temporada de alergias será «mucho más larga y agresiva», según la previsión de los especialistas. La culpa es de la contaminación que se ha registrado en algunas ciudades como Madrid y de los cambios bruscos en las temperaturas. Hay que tener en cuenta que cada vehículo produce un kilogramo de contaminantes por cada 100 kilómetros recorridos. Francisco Feo, portavoz de la Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica, SEAIC, explica que «estos fenómenos van a alterar la fisiología de las plantas, potenciando la agresividad del polen». Los primeros estornudos por gramíneas empezarán a finales de marzo, y a partir de abril y mayo pueden convertirse en una sinfonía, si no se toman antihistamínicos, claro.
En algunas ciudades como Madrid la sinfonía lleva semanas produciéndose debido a la contaminación. Las estadísticas oficiales de polución del Ayuntamiento de Madrid no han colado ante la Unión Europea y tampoco lo han hecho entre los alérgicos de siempre, y entre los nuevos, que sufren sus efectos. Este invierno ha habido más alérgicos que nunca debido al cóctel explosivo que forman polen y contaminación por partículas diesel.El alergólogo Javier Subiza explica el motivo: “Estas partículas son capaces de multiplicar por 27 la capacidad de un polen de ser alérgico”.Y hay que tener en cuenta que alrededor del 60% de los vehículos que circulan en una gran ciudad como Madrid funcionan con diésel, mientras que hace veinte años era un 25%.
Este año alrededor de de cien especies, muy usadas como plantas ornamentales, cipreses, enebros y setos, entre otros, se han desperezado antes de tiempo. Las altas temperaturas en febrero adelantaron la polinización más de un mes, lo que disparó las micropartículas en el aire a niveles propios de finales de marzo. Las últimas mediciones que se hicieron en Madrid en febrero registraban mil particulas por metro cúbico de aire cuando lo normal en esas fechas son 50.Con las lluvias estos niveles han mejorado, pero es sólo temporal: la primavera está al caer.
Redacción QUO