Alimentos

Hay tres frentes abiertos en la investigación sobre cómo combatir las alergias alimentarias: la desensibilización –o inducción de la tolerancia oral- y la inmunoterapia. La primera consiste en comenzar a dar dosis mínimas del alimento causante de la alergia, e ir progresivamente aumentándolas con el fin de inducir artificialmente la tolerancia. Es algo que se está realizando en distintas unidades pediátricas españolas con niños alérgicos a la leche y al huevo.

 

Alimentos

La inmunoterapia consiste en administrar mínimas cantidades del alérgeno para así producir respuestas inmunitarias que creen tolerancia frente al alimento prohibido. Dos son los estudios realizados hasta la fecha, y los dos en nuestro país: el de la avellana, y otro similar realizado el año pasado con el melocotón. En un ensayo clínico llevado a cabo en el Hosptial Clínico San Carlos, de Madrid, suministrando a alérgicos al melocotón estractos de esta fruta, vieron que el umbral de tolerancia  se había multiplicado al menos por tres, y la frecuencia de reacciones sistémicas se redujo a la mitad.

Polen

Una de las líneas de trabajo principales consiste en la inmunología molecular; se trata de hacer un diagnóstico molecular para entender mejor los perfiles de sensibilización y los patrones clínicos que presentan los pacientes. Es decir, buscar exactamente qué molécula del polen es la que te afecta exactamente. De este modo se podrá hacer un diagnóstico más preciso,  y, a partir de ahí, conseguir un tratamiento específico para esos alérgenos concretos. “Ya se está empezando a hacer ensayos clínicos en los que se trata con moléculas –explica la doctora Fernández Rivas-. Por ejemplo, se han hecho estudios realizados con alérgenos recombinantes de abedul y gramíneas”.

Sobre las vacunas. Para mejorar la seguridad de las vacunas, se empezó a desarrollar inmunoterapia sublingual; ahora, las esperanzas están puestas en otra forma galénica de administración: en vez de gotas, tabletas. En breve, en el mercado. 

 

Látex

El arbusto conocido como guayule y la planta diente de león ruso podrían ser las alternativas al látex natural -con el que se fabrican desde los neumáticos a los preservativos-, y que es el causante de numerosos casos de alergia. En la actualidad, el látex que se consume en la Unión Europea proviene de Malasia, Indonesia y Tailandia, y se obtiene del árbol Hevea brasiliensis, cuyo cultivo está muy ligado a unas condiciones climáticas muy específicas. Se cree que, en caso de que se lleguen a plantar en Europa estas otras especies, se podría llegar a evitar la alergia al látex.

Los gatos

Contra  la alergia a los gatos, castración: Tranquilos, al que se tiene que castrar es al gato que produce la alergia, no al propietario…  Se sabe que las personas alérgicas a los gatos lo son a la proteína Fel d1, que se produce en la piel de los gatos y que éstos segregan en el pelo. Dado que las concentraciones de Fel d1 sobre la piel están bajo control hormonal, la castración influye notablemente en las concentraciones de proteína de los gatos machos, y estas concentraciones disminuyen un mes después de esta intervención.

Zapatos chinos

En realidad, la alergia es al dimetilfumarato, una sustancia antifúngica y antibacteriana presente en las bolsas antihumedad de calzado fabricado en China. La doctora Ana Giménez Arnau, dermatóloga del Hospital del Mar, ha realizado un estudio que sugiere que “las exposiciones reiteradas a esta sustancia son capaces de inducir una memoria inmunológica, es decir, facilitan que los pacientes se vuelvan alérgicos a este producto”.

Ondas electromagnéticas

Aquellos que defienden que las ondas electromagnéticas tienen un impacto negativo sobre nuestra salud ya cuentan con un nuevo aliado: una investigación realizada por el departamento de Neurociencia del Instituto Karolinka de Estocolmo ha revelado que existe una forma de “alergia” a este tipo de ondas. Se avala así la teoría del doctor Olle Johansson, estudioso del fenómeno y cuyos trabajos han permitido que Suecia reconozca este problema –que se presenta en forma de sudoración, taquicardia y vértigos- como una forma de discapacitación.

El móvil

Aparte de la posible alergia a las ondas provocadas por estos dispositivos, se ha visto que su uso excesivo puede provocar, según denominación de la Asociación Británica de Dermatólogos, la “dermatitis del móvil”, que provocaría un sarpullido en orejas y mejillas. En realidad, es una nueva variante de la conocida alergia al níquel, ya que la cubierta de estos aparatos es de este material.

Avispa de piscina

La avispa de piscina o papelera es la más habitual en nuestras costas, pero, hasta ahora, no teníamos una vacuna para ella, y se recurría a inmunizar con veneno de la avispa americana. Ahora, investigadores de la Universidad Miguel Hernández de Elche y del Hospital Carlos Haya de Málaga, han desarrollado una nueva vacuna específica para este tipo de avispa y que es, por tanto, mucho más eficaz

A todo

¿No sería posible conseguir una vacuna panalergénica, una vacuna que sirviera para todas? Bueno, pues parece que la cosa está bastante complicada, por no decir imposible, si bien existe un tratamiento inespecífico que, en cierta medida, puede servir para todas las alergias. “Se trata de un anticuerpo monoclonal, la Anti IgE, que desbloquea la IgE total y podría tratar cualquier alergia alimentaria o respiratoria –explica Fernández Rivas-. Pero es un medicamento indicado para el tratamiento del asma severo que se utiliza con otras indicaciones bajo uso compasivo”. Se trata de un medicamento inyectado, muy costoso y que hay que administrarlo de manera continuada durante toda la vida, ya que no es curativo: el paciente sigue siendo igual de alérgico, tan sólo sirve para aliviar los síntomas. No parece que sea la solución”.