Las piedras no son exclusivas de riñones e hígados, sino también de los conductos de las glándulas salivales. Estas se encargan de hidratar nuestro músculo húmedo con saliva, proporcionándole la hidratación óptima. Este proceso se hace por los conductos que unen las glándulas con la lengua, los cuales pueden llegar a obstruirse por cálculos. Cuando la obstrucción es producida por un cálculo, este puede llegar a ser explulsado de forma natural. Pero en los casos en los que persiste, «la obstrucción puede convertirse en un proceso recurrente que provoca dolore inflamación de la glándula e, incluso, la aparición de episodios infecciosos», explica el doc tor Peter Baptista, médico del Departamente de Otorrinolaringología de la Clínica Universidad de Navarra, centro pionero en la aplicación de este procedimiento en España.

En casos leves es suficiente con un tratamiento farmacológico, pero cuando el cálculo es grande o no responde al medicamento hay que recurrir a su extirpación quirúrgica. Gracias a una novedosa y pionera técnica láser llamada sialonedoscopia, las piedras de la lengua pueden eliminarse fácilmente. Sólo es necesario un día de ingreso e, incluso, puede hacerse de forma ambulatoria.

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Redacción QUO